Un sentido adiós a Raúl Montachini

Raúl Montachini, autor y compositor musical cordobés de gran reconocimiento nacional e internacional, falleció ayer a los 67 años producto de una dolencia que lo venía afectando desde hacía un tiempo.

Raúl trabajó en la Agencia Córdoba Cultura desde el año 2002, y desde el año 2004 formó parte del equipo de la Subdirección de Artes Escénicas, siendo el inspirador y coordinador general del programa Relevamiento de Espacios Escénicos.

Su profundo conocimiento de la geografía cordobesa, le permitió localizar y contactar más de 200 centros culturales, teatros, cines teatros, que fueron relevados por la Agencia Córdoba Cultura y así armar el mapa de espacios y teatros existentes en la provincia.

En cada rincón del interior provincial se lo recuerda como el autor de numerosas composiciones folclóricas, recibió reconocimientos de cada comuna, a nivel nacional e internacional.

Sus restos están siendo velados en la Sala «E «de Caruso, ubicado en 27 de abril 1032. Gran compañero de trabajo y gran persona.

Una larga trayectoria

Con un destacado historial de canciones, que ya son parte del patrimonio intangible del folclore cordobés, Montachini compuso: “Mi abuelo gringo”, “Quizás en Totoral”, “Cordobés, guitarrero y cantor”, la “Cantata a Córdoba”, el vals “A Jardín Florido, caballero de ley”, y la zamba “Córdoba en Otoño” junto al poeta Walter Galíndez.

Nació en 1947 en El Arañado, una posta obligada entre Córdoba y Santa Fe. A los 12 años de edad vino a vivir a la capital mediterránea para estudiar en el colegio salesiano Pío X, que está ubicado frente plaza Colón. Abrazó la amistad, se introdujo en el valioso acervo que la tradición oral transmite de los hechos y personajes y los tributó en letras memorables, que hallaron eco en conjuntos como Los Cuatro de Córdoba, Los Patricios, Los Del Suquía y más recientemente 5 Sentidos y Alma de Luna.

Ya en su pueblo natal, había conocido en persona a figuras de la música popular, como Jorge Cafrune, Marcelo Simón, Jaime Dávalos y Albérico Mansilla. Admiraba a Atahualpa Yupanqui y el Chango Rodríguez. Y recomendaba que los músicos de las nuevas generaciones tomen contacto con la obra de Armando Tejada Gómez, Cuchi Leguizamón, Jaime Dávalos y Manuel J. Castilla.

Raúl Montachini amaba los paisajes del Traslasierra, Villa Dolores, Nono, igualmente apreciaba Villa Tulumba y San Francisco del Chañar, “donde se respira la historia”. Le gustaba estar allí y hablar con los habitantes de esos lugares, que le descubrían tradiciones y alumbraban en él nuevos motivos de inspiración.

“Raúl Montachini, el “Gringo” para todos sus amigos, tiene en su tonada la gracia de los cordobeses y en sus letras la exacta descripción de los paisajes y personajes de la provincia”, concluyó Carlos Arancibia en una entrevista que le realizó para Folklore y Tradiciones.