Recomendaciones para evitar enfermedades transmitidas por alimentos

Durante los meses de calor, es preciso profundizar los cuidados en la preparación, conservación y compra de los alimentos, ya que las altas temperaturas favorecen la multiplicación de agentes nocivos para la salud que pueden producir enfermedades de transmisión alimentaria (ETA). Estas pueden ser desde trastornos gastrointestinales leves hasta infecciones más graves, como el síndrome urémico hemolítico.

Desde el Programa de Zoonosis del Ministerio de Salud, aportan que una de las principales medidas a tener en cuenta para evitar afecciones de este tipo es el lavado de manos antes de preparar los alimentos y después de cualquier interrupción. También cuando se ha manipulado carne cruda y luego de ir al baño o si tocó a un perro, gato o cualquier otro animal.

Por otra parte, es clave cuidar que no haya contaminación cruzada entre los alimentos. En este sentido, lo más importante es evitar que los utensilios utilizados para la carne cruda toquen otros alimentos, pero también es necesario lavar con agua y detergente todos los utensilios de cocina, repasar la mesada con lavandina y limpiar periódicamente la heladera.

Al momento de cocinar, se debe recordar que la carne debe quedar completamente cocida, sin zonas rojas, especialmente la molida. Además, las frutas y verduras se deben lavar varias veces bajo un chorro de agua potable y, dentro de lo posible, dejarlas durante 5 minutos en agua con vinagre o con dos gotas de lavandina. Si el suministro de agua no es confiable, conviene hervirla antes de añadirla a los alimentos o de transformarla en hielo para refrescar las bebidas. Importa sobre todo tener cuidado con el agua utilizada para preparar la comida de los bebés.

Cadena de frío y compras seguras

Los alimentos cocidos deben colocarse directamente en la heladera, en lugar de dejarlos enfriar a temperatura ambiente y, para descongelar algún producto, no se recomienda dejarlo en la mesada de la cocina, sino que lo mejor es colocarlos en una bandeja en la heladera, usar el microondas o cocinarlos directamente. Una vez descongelados, no deben volver a freezarse, a menos que ya estén cocinados.

En cuanto al momento de comprar alimentos, es recomendable adquirir al final aquellos que necesiten refrigeración y guardarlos apenas se regrese al hogar. Siempre se debe controlar la fecha de vencimiento.

También es esencial tener en cuenta:

  • Al comprar carne molida, exigir que sea procesada a la vista y en el momento.
  • No comprar comida exhibida a temperatura ambiente, productos sin pasteurizar, huevos que tengan la cáscara rota, ni pan o alimentos a granel que sean manipulados sin guantes.

Por último, se recomienda mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales, ya que suelen transportar microorganismos patógenos que originan enfermedades alimentarias.

Enfermedades de Transmisión Alimentaria 

Las ETA constituyen un amplio abanico de dolencias y representan un problema de salud pública en todo el mundo. Se deben a la ingestión de alimentos contaminados por microorganismos o sustancias químicas, y su manifestación clínica más común consiste en síntomas gastrointestinales, aunque pueden aparecer otros de diversos tipos, como neurológicos, por ejemplo.

Entre estas enfermedades podemos mencionar al síndrome urémico hemolítico (SUH) que puede generar anemia, daños de los riñones y otras complicaciones.

Los síntomas de estas «toxiinfecciones» suelen aparecer en general a pocas horas o días después de ingerir los alimentos, y varían de acuerdo al tipo de agente responsable (microorganismos, toxinas, parásitos), a la cantidad de comida o bebida contaminada que se haya consumido, o al estado de salud de cada persona. El malestar comienza generalmente con dolores abdominales fuertes (cólicos), diarrea (simple o con sangre), vómitos y dolor de cabeza. Ante estos síntomas, es importante realizar una consulta médica.