Apross: procedimientos seguros para afiliados protegidos

Con el objetivo de que los afiliados cuenten con las mejores garantías asistenciales, Apross ajusta su cobertura a aquellos procedimientos que estén respaldados por evidencias científicas sobre su eficacia y ausencia de riesgos o efectos no deseados, diseñando así sus protocolos en medicina basada en la evidencia (MBE). Estos protocolos son consensuados con las sociedades científicas correspondientes.

Además, el Seguro de Salud cuenta con un vademécum basado en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y revisado por la Universidad Nacional de Córdoba, para la utilización de los beneficiarios.

La MBE representa el uso racional, explícito, juicioso y actualizado de la mejor evidencia científica aplicado al cuidado y manejo de pacientes individuales.

El objetivo primordial que se propone Apross es que la actividad médica cotidiana se fundamente sobre bases científicas provenientes de estudios de la mejor calidad metodológica, en los que se refleje de forma fidedigna el estado actual de conocimientos. Algunas de las herramientas básicas sobre las que se asienta son la lectura crítica de la literatura médica y la revisión sistemática de la evidencia existente.

QUÉ PROBLEMAS PUEDE AYUDAR A RESOLVER LA MEDINA BASADA EN EVIDENCIA

Hallazgos clínicos: cómo recoger e interpretar hallazgos a partir de la historia clínica y exploración física.

Etiología: identificar la causa y el origen de la enfermedad.

Diagnóstico: resolver dilemas a la hora de pedir e interpretar pruebas diagnósticas.

Diagnóstico diferencial: para permitir establecer cómo clasificar las posibles causas de una enfermedad en función de su probabilidad, gravedad y susceptibilidad de tratamiento.

Pronóstico: para establecer cómo calcular la probable evolución clínica de un paciente, y anticipar las posibles complicaciones de su enfermedad.

Tratamiento: Posibilitar la manera de elegir los tratamientos que han demostrado ser más eficaces y seguros. Permite la valoración de su costo-beneficio y descartar recursos terapéuticos dudosos, en etapa de experimentación o sin valor agregado a los ya conocidos y suficientemente probados en su utilidad y resultados.

Beneficios para el paciente:  Garantizar la aplicación de procedimientos, medicación o recursos terapéuticos seguros, eficaces y conocidos en su respuesta clínica. Para evitar someterse a experiencias riesgosas, dudosas o neutras, con las consecuencias de pérdida de tiempo, gasto innecesario y frustraciones por expectativas no satisfechas.