Oso melero regresa a su hábitat natural

Personal del Ministerio de Agua, Ambiente y Energía regresó un oso melero (Tamandua tetradactyla) al bosque chaqueño cordobés, encontrado en proximidades de la localidad de Media Naranja, en el departamento Cruz del Eje. Se trata de una hembra adulta que, tras ser rescatada por la policía rural de la zona, fue trasladada a un centro de derivación de fauna de nuestra provincia. Allí estuvo alojada sólo tres días ya que se encontraba en buen estado de salud y conservaba su condición salvaje.

Los especialistas que la recibieron evaluaron las condiciones sanitarias y nutricionales del animal y comprobaron que se encontraba en buenas condiciones para ser reincorporado a su ambiente natural.

En nuestro país, este animal está categorizado como vulnerable a la extinción, dada la intensa modificación que sufre su hábitat y la caza de que es objeto. En Córdoba, su presencia está restringida a los bosques chaqueños y serranos y su distribución ha disminuido notablemente.

A esta cartera provincial llegan de manera periódica especies de fauna silvestre que resultan de procedimientos contra el tráfico, comercio y tenencia ilegal, o bien por entrega voluntaria de particulares. Luego de evaluar la situación sanitaria y nutricional de cada uno de los ejemplares recibidos, los especialistas hacen lo posible para que los animales puedan ser reincorporados a su ambiente natural y sólo aquellos animales que constituyen un riesgo para el hombre quedan alojados en centros de distribución.

Este mamífero habita en sabanas, bosques y selvas, desde Venezuela hasta el norte y centro de Argentina. En nuestro país, ocupa las provincias de Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, y el norte de Córdoba.

Se encuentra emparentado con el oso hormiguero (Mirmecophaga trydactila) porque carece de dientes, tiene un hocico largo y tubular, con una lengua muy extensible y pegajosa en forma de estilete que introduce en hormigueros, termiteros y panales luego de destruirlos con sus garras. La coloración general del pelaje es amarillo-anaranjado, con un chaleco negro que se extiende a los hombros.

Llega a pesar unos 10 kilogramos, es una especie tímida y solitaria, generalmente no ataca ni es peligrosa para el hombre. Sólo en caso de sentirse amenazado se defiende con sus poderosas garras. De hábitos arborícolas, es un excelente trepador y se desplaza con facilidad en los árboles, ayudado por la cola cilíndrica y prensil y puede estar activo tanto de día como de noche. Las hembras paren una sola cría, tras casi cinco meses de gestación.