«De la mirada desde la seguridad al proyecto socioeducativo»

Cuando Eduardo Huergo tomó el micrófono en el Salón 25 de Abril de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF), se presentó como “un antiguo”. Se refería a su trayectoria en el Complejo Esperanza, que empezó allá en 1996, como guardia, luego fue psicólogo y hoy es el nuevo coordinador del equipo de 42 socieducadoras que trabajan en el Complejo Esperanza. “La verdad que nunca imaginé que iba a llegar a ver todo esto”, dijo después. Se refería al Proyecto Institucional para Centros Socioeducativos presentado este miércoles y que se aplicará en el Complejo Esperanza y en el Centro para Adolescentes Mujeres “CESAM”.

La sorpresa de Huergo tenía que ver con un cambio radical, que se viene haciendo de manera gradual, y que implica dejar atrás el paradigma de la seguridad, para trabajar proyectos socioeducativos. Para eso, SeNAF busca fomentar la participación de los jóvenes para que su voz sea tenida en cuenta. Una de las estrategias más novedosas del proyecto es la creación de una concejo que se reúne semanalmente y en el que los chicos y chicas, a través de delegados, pueden dialogar sobre sus problemáticas cara a cara con los profesionales, técnicos y operadores a su cargo.

Uno de los objetivos de este trabajo serán las “condiciones materiales, sociales y culturales tendientes al acceso a derechos” dentro y fuera de los Centros Socioeducativos, con el fin de “reducir la vulnerabilidad de los jóvenes y favorecer la inclusión social”.

“Hemos logrado romper el paradigma de la seguridad. Estos chicos no son delincuentes, son sujetos de derecho y buscamos su reinserción social”, dijo el actual director del Complejo Esperanza y subsecretario de SeNAF, Antonio Franco. Sobre este tema, José Piñero, titular de SeNAF remarcó: Cuando asumimos al frente de la secretaría, el problema eran las fugas de los chicos y en ese momento la seguridad era la lógica que conducía los centros. Fíjense que comenzamos a cambiar la mirada y ya no hubo más fugas”.  

El proyecto fue aprobado por resolución del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia y si bien se viene ejecutando desde principio de año, fue oficializado este miércoles. Luis Angulo, titular del ministerio, recordó las palabras del Papa Francisco cuando dijo “la resocialización es una utopía posible”.

“Ustedes con este proyecto colectivo me están demostrando que esas utopías son posibles”, completó el funcionario y agregó: “Es un proyecto construido desde el interior de los centros socieducativos, de abajo hacia arriba, genuino, que se hizo posible gracias a la decisión política del Gobierno de Córdoba”. Angulo sostuvo que el Estado debe garantizar que los jóvenes tengan herramientas para construir su proyecto de vida. El rol del ministerio es contribuir a que su inclusión social y acceso a derechos sea de una manera progresiva, autónoma y responsable”.

La propuesta fue realizada íntegramente por los funcionarios, técnicos, profesionales y operadores que trabajan a diario con los jóvenes y tomaron como base la experiencia propia. Para lograrlo contaron con el asesoramiento del Programa de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). “Esto fue un trabajo en equipo, pero quiero destacar lo valioso que es haberlo realizado aun cuando tenemos perfiles muy distintos, con diferentes perfiles”, dijo Franco.