Con el objetivo de sistematizar y profundizar las situaciones expuestas en el marco de la 8° reunión Institucional desarrollada por la Región Centro en marzo de 2012, ayer se concretó la primera reunión del Observatorio del Trabajo Decente, que contó con la presencia de representantes de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
En el cónclave se avanzó en la búsqueda de mecanismos que fortalezcan las políticas tendientes a asegurar condiciones de trabajo, detectar situaciones de precariedad laboral y de trabajo no registrado.
Entre los participantes estuvieron presentes coordinadores generales por el Estado y los trabajadores; coordinadores provinciales, expertos logísticos, contables y estadísticos. También estuvieron presentes asistentes técnicos de las provincias, representantes de los ministerios de Trabajo, de institutos de estadísticas, de la Mesa Ejecutiva de la Región Centro y del Consejo Federal de Inversiones.
La provincia de Córdoba estuvo representada por el director de Integración de la Secretaría de Integracción y RR.II, Carlos Tassile, el legislador y secretario General del SEP, José Emilio Pihén, el legislador provincial Adrián Brito; Carlos Pedetta y Rosana Zárate del ministerio de Educación. Mientras que por Entre Ríos lo hizo el Coordinador Raúl Benítez y Nire Roldán, por Santa Fe.
El Trabajo Decente resume las aspiraciones de la gente durante su vida laboral. Significa contar con oportunidades de trabajo que sea productivo y que conlleve un ingreso digno, de seguridad en el lugar de trabajo, protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad. De libertad, para que la gente exprese sus opiniones, organización y participación en las decisiones que afectan sus vidas e igualdad de oportunidades y trato para todas y todos.
Cabe destacar que durante el período 2010-2015 la estrategia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) está orientada al fomento del empleo digno, productivo y libremente elegido, e incluirá los resultados que deben ser tenidos en cuenta por las políticas públicas y están orientados a:
1- Políticas coordinadas y coherentes que generen empleos productivos, trabajo decente y nuevas oportunidades.
2- Políticas de desarrollo de las competencias profesionales para aumentar la empleabilidad de los trabajadores, la competencia de las empresas y la capacidad integradora del crecimiento.
3- Políticas y programas que promuevan empresas sostenibles y la iniciativa empresarial. Asimismo, concepciones y procesos que ayuden a resolver temáticas económicos, de paz y estabilidad social e industrial social.