Esta tarde, 150 familias del barrio Mutual 23 de Abril y Cooperativa El Arco de la seccional 12 recibieron las escrituras de las viviendas que habitan, en algunos casos desde hace 30 años.
La ceremonia fue encabezada por el ministro de Desarrollo Social, Rodrigo Rufeil, a la que asistieron vecinos de todo el sector.
La decisión de regularizar los títulos se materializó a través del programa «Tu casa, tu escritura», concebido para solucionar los problemas que tienen muchos beneficiarios de viviendas sociales y que se puso en marcha tras el acuerdo firmado por el Gobierno de la Provincia de Córdoba con el Colegio de Escribanos.
Para medir la importancia de la titularización masiva hay que señalar que las escrituras entregadas hoy alcanzan a un cuarto de la población de los barrios y el programa continuará durante todo el año con la idea de completar, al fin del mandato del gobernador Juan Schiaretti, 20 mil títulos de propiedad.
«Este Gobierno asumió el compromiso de que tengan seguridad jurídica -dijo Rufeil- para que puedan trabajar tranquilos, sabiendo que les pertenece el techo de la casa donde crecen sus hijos». Recordó el Ministro que «Tu casa, tu escritura» se puso en marcha tras advertir que hay amplios sectores populares que carecían de títulos y, por ende, de la posibilidad de demostrar que eran legítimos propietarios.
Marta Verón, de Ampliación 23 de Abril, llegó al acto con bastante antelación y se ubicó en mitad de la carpa que armaron en el corazón del barrio, aguardando el momento de recibir sus respectivas escrituras. «Cómo no vamos a estar contentos si es buenísimo tener los papeles para demostrar que la casa es nuestra; siempre lo supimos pero ahora parece más cierto».
Idéntico sentimientos y un estado de ánimo parecido exhibió Nelson Brochero, que concurrió en compañía de su familia y afirmó que «era hora que tuviéramos seguridad». Junto a su esposa recordó que la mayoría de los que recién hoy pueden demostrar con la correspondiente documentación que la vivienda les pertenece, la vieron crecer desde los cimientos, ya que el barrio nació y se extendió en torno a las casas que construyeron los mismos vecinos con materiales aportados por el gobierno.
Mercedes Contrera comparte el orgullo de sus vecinos por la escrituración. Ni siquiera se lamenta por todo lo que tuvieron que esperar, porque prefiere mirar para adelante y disfrutar de lo que implica para los suyos completar con los papeles el ciclo que comenzaron levantando su casa.»Hoy somos un barrio más importante y podemos afrontar el futuro con más garantías. Nunca perdimos la esperanza de escriturar y al final se nos dio», comentó.