Los cientos de cordobeses que en vísperas de las fiestas pasaron la tarde de este martes por la Nueva Terminal de Omnibus tuvieron ocasión de disfrutar de un mini concierto de la orquesta de violines de Villa La Tela, una veintena de chicos que asisten a los últimos cursos de la primaria y los primeros de la secundaria y que desde hace tiempo pudieron hacer realidad sueños propios y de sus familias a través de la música.
Los violinistas son el fruto maduro de un proyecto que allá por 2009 contemplaba el armado de un comedor y que, parcialmente frustrado, derivó en un centro en el que confluyeron los que pretendían dedicar sus horas de ocio a fútbol, batucada, redes sociales y música.
Fue la Asociación Civil Benjaminos que lidera Walter «El Pollo» Díaz la que indagó entre los jovencitos qué pretendían hacer.»Investigando descubrimos que uno de los pibes había ido al Teatro San Martín y entonces con mi hija Daiana empezamos a crear el proyecto de las Cuerdas de La Tela» rememora Díaz, feliz y orgulloso de las puertas que está abriendo la música.
Es que los violinistas fueron invitados por la Nación a pasar unos días de vacaciones en los hoteles de Chapadmalal y la provincia, a través de la Secretaría de Transporte, les gestionó los pasajes de ida y vuelta. La empresa Fonobus los trasladará el primer día del año hacia la costa atlántica.
Gabriel Bermúdez, el secretario de Transporte, agradeció el gesto de los chicos que, como una suerte de contraprestación, decidieron alegrar la tarde de los que ingresan a la terminal con un concierto. «Tienen canciones relacionadas con la Navidad y con las fiestas. Es por eso que eligieron ofrecernos un concierto acá, para los turistas y los cordobeses que pasan por este lugar, tan concurrido en fechas como estas».
«Nuestro agradecimiento a estos chicos y nuestra alegría de poder ofrecer un servicio más, en el marco de todas las obras que estamos realizando en la Terminal» señaló el funcionario.
La historia de la orquesta de cuerdas de Villa La Tela empezó en mayo con media docena de chicos. Díaz no tiene dudas cuando afirma que «la música ha sido el eje transformador, la posibilidad para los chicos de abrir la cabeza y tener una oportunidad. A través de ella vamos trabajando lo que es ciudadanía, protección de valores, respeto a las instituciones».
El efecto bienhechor se hizo sentir a los pocos días. Los músicos mejoraron su rendimiento escolar y su relación con amigos y familiares y, por supuesto, rápidamente convocaron a otros pares y la orquesta se agrandó. Los que participan tienen un promedio de entre 13 y 14 años y con los profesores ya son unas 30 las personas que intervienen en el proyecto.
Se juntan dos veces por semana para tocar. En Villa La Tela, Villa Adela y Villa Martínez se reúnen los martes y jueves y los miércoles los viernes en Villa Revol Anexo. El sábado toca ensayo general. El 1 de enero partirán hacia sus primeras vacaciones en Chapadmalal, ciudad en la que permanecerán hasta el 7.
“Es un premio a la constancia, a la perseverancia y a su capacidad porque le ponen todo. Creemos que esta es la fórmula” dice el Pollo Díaz, convencido de que los violines de Villa La Tela están creando nuevas posibilidades para un barrio.