Con una exposición final alusivas a las distintas actividades que se desarrollaron durante 18 meses, se dio por concluido el ciclo del programa “El ministerio en la calle”, que puso en práctica el ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través de su subsecretaría de Derechos Humanos que conduce Marta Moukarzel.
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Las actividades tuvieron epicentro en la escuela Curaca Lino Acevedo de barrio Los Robles, donde funcionó el programa, y también se extendieron por distintas viviendas de los alumnos de esa institución donde se crearon diferentes huertas.
El proyecto, que lleva un año y medio de prácticas intenta acercar diferentes servicios a la población más necesitada, facilitando que esos ciudadanos cumplan con trámites, como por ejemplo, del registro civil, de estudios médicos, asesoría legal y/o tratamiento de problemas sociales como la violencia familiar.
“Con este programa intentamos salir de la oficina y acercarnos a la población de menores recursos, donde hay muchas problemáticas que no son atendidas por los propios necesitados. Allí es cuando el Estado debe acercarse y asistirlos, facilitándoles soluciones a las diferentes problemáticas”, aseguró Moukarzel.
El acto de cierre contó con la exposición de dos cortos hechos por los alumnos y la exposición de diferentes trabajos realizados durante el año y que giraron en torno a temáticas que tenían como eje principal los Derechos Humanos. En ese contexto se apuntó a fortalecer los derechos de los niños, ejercitándolos, asimilándolos e incorporándolos, “para hacerlos valer y para que los defiendan”, agregó la funcionaria.
Entre las actividades y temáticas desplegadas cabe mencionar proyectos de fotografía, visitas guiadas a huertas educativas, creación de huertas comunitarias, aprendizaje de códigos de convivencia, de la preservación de la naturaleza, cine, lectura compartida, actividades de promoción de DD.HH., fabricación de juguetes, instrumentos de laboratorio y elaboración de alimentos sanos.
El equipo que estuvo al frente del programa “El ministerio en la calle” estuvo conformado por seis personas, entre las cuales había dos psicólogos, dos trabajadoras sociales y dos administrativos comprometidos con la causa.