A un año de la implementación del botón antipánico SALVA, se pudo detener a 103 personas, 99 en Capital y Gran Córdoba, tres en Río Cuarto y una en Villa María. En total se encuentran activos 700 botones, que fueron distribuidos para atender casos de muy alto riesgo en la capital provincial, el Gran Córdoba, Río Cuarto, Villa María, Villa Dolores y Jesús María.
“Entre marzo y abril lo implementaremos en Alta Gracia, Río Segundo, Cruz del Eje, Dean Funes y San Francisco y durante este año también lo tendrán las víctimas de trata. Será una aplicación única en el país para casos puntuales en los que los proxenetas están prófugos de la justicia y siguen amenazando a sus víctimas», explicó Daniel Passerini, ministro de Desarrollo Social de la provincia.
La entrega del botón SALVA a las víctimas de violencia es un eslabón de una cadena de contención integral que contempla la capacitación de los equipos técnicos, el acompañamiento personal y la asistencia material en algunos casos. Passerini además señaló que la intención del gobierno provincial es llegar con el dispositivo a toda la provincia antes de fin de año.
“Hoy el Estado en Córdoba brinda esta herramienta de protección, que es el último eslabón de una cadena de prevención. Hay equipos que acompañan a las víctimas, interviene la justicia pero seguimos en contacto y si el hombre queda en libertad volvemos a entregar el botón, porque hay reincidencia. En algunos casos hemos entregado viviendas. La policía se va capacitando porque son casos que requieren condiciones de privacidad. Cuando se activa el botón, acuden de inmediato porque es un homicidio en potencia”, detalló Passerini.
La Provincia compra los dispositivos, asiste y acompaña a las víctimas y la Justicia determina a quién se lo entrega. Las víctimas de violencia deben hacer la denuncia, se inicia el procedimiento, y luego la fiscalía y la Unidad de Violencia Familiar determinan la entrega o no del dispositivo.
Funcionamiento
El Ministerio de Desarrollo Social tiene una hoja de rutina de la víctima, de modo preventivo, ya que más de la mitad de las agresiones se hace fuera del hogar, puesto que el agresor piensa que la persona es vulnerable fuera de su domicilio.
El dispositivo debe estar siempre encendido, debido a que tiene un GPS que indica a dónde está la víctima. En caso de riesgo se debe apretar el botón SOS y se activa de inmediato. “La mujer puede consultarnos y lo más importante es que al grabarse la conversación, a la Justicia le sirve porque se comprueba que el agresor violó la orden de restricción y queda registrada la prueba, por eso se lo puede detener. Antes no se lo podía detener hasta que sucedía lo peor”, agregó el funcionario.