- Se trata de jóvenes y adolescentes cursaron en el anexo 4 de la Escuela Paulo Freire de la Casa del Joven.
- El anexo es un espacio de formación con una propuesta educativa con abordaje terapéutico.
El martes, 11 jóvenes y adolescentes que estudiaron en el anexo 4 de la Escuela Paulo Freire, en la Casa del Joven, recibieron sus certificados de estudio luego de transitar su ciclo lectivo.
El acto se llevó a cabo en dicha institución, dependiente de la Secretaría de Salud Mental, y contó con la presencia de directivos, estudiantes, docentes y profesionales de Casa del Joven, respetando los protocolos de prevención de riesgo por Covid-19.
El anexo es un espacio de formación y contención para jóvenes que, en muchos casos, transitaron diferentes situaciones que requieren un abordaje y terapéutico.
En este sentido, es fundamental la participación de profesionales de salud mental – psicología, psiquiatría, psicopedagogía, trabajo social y acompañantes terapéuticos- en la formación.
Al respecto, Sonia Arrigo, directora del anexo 4 de la Escuela Paulo Freire, resaltó: “La articulación entre los equipos pedagógicos y de salud es de vital importancia para el funcionamiento de un dispositivo educativo que se propone encarar un proceso real de aprendizaje, dado que se conforma una red de trabajo que aloja las vicisitudes que implica dicho proceso”.
Abordaje institucional
El anexo 4 de la escuela Paulo Freire atiende a adolescentes y jóvenes de 14 a 20 años, y funciona como una red de acompañamiento y contención para toda su comunidad escolar.
Los equipos de trabajo asisten a los y las estudiantes desde diferentes perspectivas: el abordaje en los procesos educativos, la atención individual o grupal de su proceso de salud o afecciones que presenten, contención respecto al contexto socio-familiar y articulación interinstitucional.
“Los y las profesionales de la salud deben entender las fortalezas subjetivas que tienen para adolescentes y jóvenes los procesos educativos; para el equipo docente es fundamental desplegar la tarea considerando cada persona en su especial singularidad”¸ agregó Arrigo.
Vale destacar que los y las jóvenes llegan al anexo 4 de la escuela Paulo Freire por derivación de áreas terapéuticas de otras instituciones, donde profesionales detectan la necesidad educativa.
la población escolar está conformada por estudiantes que han transitado por varias instituciones escolares -nivel primario, secundario- y modalidades -especial, común– y por distintos motivos no culminaron esas instancias.
En muchos casos atravesaron tratamientos en instituciones de salud mental, presentando situaciones de alta vulnerabilidad social, que afectan su escolarización y aprendizaje, por lo que resulta fructífero el acompañamiento que reciben en Casa del Joven.