El Teatro Real presenta el ciclo «Autores x Actores»

  • La Agencia Córdoba Cultura continúa compartiendo en sus plataformas digitales, las nuevas producciones de los elencos estables.
  • La Comedia Cordobesa resignifica a una selección de autores que marcaron su trayectoria.
  • El ciclo, recupera seis nombres clave de ese repertorio: Federico García Lorca, Luigi Pirandello, Armando Discépolo, Leopoldo Marechal, Juan Filloy y Miguel Iriarte.

La Agencia Córdoba Cultura continúa compartiendo en todas sus plataformas digitales y las del Teatro Real, nuevas producciones concebidas especialmente para redes sociales por los elencos estables. Esta semana se suma el ciclo Autores x Actores, donde la Comedia Cordobesa resignifica a una selección de autores que marcaron su trayectoria.

El Jueves 4 de junio a las 17, inicia con Federico Garcia Lorca por el actor Raúl Sánchez, a través de YouTube y Facebook.

Autores x Actores

En sus más de sesenta años de trayectoria, la Comedia Cordobesa ha transitado un amplio repertorio de autores y obras relevantes de la dramaturgia nacional e internacional a la que, en el último decenio, se integraron piezas de la dramaturgia local.

El ciclo Autores por Actores recupera seis nombres clave de ese repertorio, que son parte del extenso territorio teatral que forjó el elenco oficial y que para este ciclo reúne tres conjuntos dramáticos de indudable valor y vigencia: Federico García Lorca y Luigi Pirandello, entre los extranjeros; Armando Discépolo y Leopoldo Marechal, de los autores nacionales y Juan Filloy y Miguel Iriarte, entre los locales. Sobre sus méritos dramatúrgicos se explayarán los actores, que son quienes encarnan, con cuerpo y voz, las figuras y personajes que materializan los mundos creados por esos autores.

Mabel Brizuela, tan arraigada a la historia del teatro en Córdoba y especialmente a la trayectoria de la Comedia Cordobesa y el Teatro Real reflexiona sobre el Ciclo y el por qué de estos Autores: «A excepción de Miguel Iriarte, todos nacieron en  el período entre siglos (XIX-XX) lo que marcó el carácter renovador de su escritura».

«Vivieron y experimentaron las tensiones artísticas de las vanguardias, a principios del SXX, lo que confirió una impronta particular a sus discursos literarios. Todos ellos (nos referimos a Lorca, Pirandello, Discépolo, Marechal y Filloy) aportaron al teatro formas, estilos, filosofías, que los trascendieron en el tiempo, convirtiéndolos en clásicos. Miguel Iriarte queda fuera de ese grupo por razones cronológicas, pero se integra a él por su actitud innovadora y por crear un lenguaje y un género que define  el teatro cordobés».

Tiempo y espacio

«Los dos dramaturgos extranjeros, Lorca y Pirandello, coinciden en su tiempo vital, ambos murieron en 1936. Son los nombres cumbre de la dramaturgia de sus respectivos países (Italia y España) y su estética se ha proyectado más allá del tiempo y del espacio. Un caso similar presentan los autores nacionales, Discépolo y Marechal, también coinciden en los tiempos que vivieron, y murieron en los inicios de la década del setenta. Discépolo fue un hombre de teatro, en tanto Marechal un novelista que escribió teatro y recibió el Premio Nacional, por Antígona Vélez».

«La dupla local, Filloy e Iriarte, no fueron coetáneos, Iriarte era mucho menor que todos los demás, pero sí los une una actitud crítica que se manifiesta a través del humor y la ironía, cada uno en su estilo».

Autores con historia en la Comedia

Mabel Brizuela que ha acompañado la trayectoria de este elenco oficial rescata«Tanto los dramaturgos extranjeros como los nacionales, fueron estrenados por la Comedia Cordobesa en la década del setenta, años cruciales en la historia reciente de nuestro país, que comienza a transitar la negra noche de la dictadura. Qué decían Bodas de sangre y Seis personajes en busca de autor, en 1974 y 1975 y qué Babilonia, Antígona Vélez y El organito, en 1975, 1977 y 1978. Proclamaban, nada más y nada menos que la libertad individual, la búsqueda de la verdad y de la identidad, la visión crítica de la sordidez y la inequidad de un orden social indigno, la lucha frente al poder sin límites, la defensa de la libertad. Temas, todos ellos, tratados metafóricamente en las tragedias de Lorca y de Marechal, con tintes irreverentes en el drama pirandelliano y con descarnada crudeza en los grotescos de Discépolo, que remitían a un único centro: el hombre y su existencia».

Y agrega: «El teatro respondía a la realidad nacional desde la poesía, el relativismo psicológico, el humor y el realismo proponiendo espacios de reflexión, y de pensamiento crítico en circunstancias críticas. El teatro se levantaba contra el poder y el autoritarismo».

«Treinta años después, ya en los 2000, en distintas circunstancias histórico-socio-culturales, esos autores regresan a la Comedia Cordobesa, con las mismas obras o con otras. Las puestas del SXXI traen un Lorca polifacético, desde Bernarda Alba a un Verde que te quiero verde, síntesis acabada de drama y poesía que desnuda lo más oscuro del pozo; Discépolo llega con una obra poco conocida, Amanda y Eduardo, donde la clase media de los años 30, se debate entre la ambición y el deseo. Marechal y Pirandello retornan con Antígona Vélez y Seis personajes en busca de autor, anclados en la dialéctica existencial vida-muerte, real-irreal. Otra vez el teatro responde al nuevo tiempo, y presenta al hombre enfrentado a su existencia».

«Son los mismos autores y en dos casos, las mismas obras, sin embargo hablan a un nuevo siglo, signado por la incomunicación y el descontento».

Cordobeses tan distintos y cercanos

«En la década del 2010 se estrenan las obras de los autores cordobeses, Miguel Iriarte y Juan Filloy, Eran cinco hermanos y ella no era muy santa y Trílogo Filloy. Dos autores distantes y distintos pero tan cercanos en la visión desmitificadora, en el realismo crítico con tintes de parodia, sainete o esperpento. Y con un nuevo componente, la música, en un ensamble de figuras y voces, de palabras y ritmos que reversionan los textos originales y los plantan en escena con miradas nuevas, audaces en la conjunción de lenguajes para un público que debe descifrar los múltiples sentidos, concluye Mabel Brizuela.