El Illia en charla intíma con la musa de Horacio Ferrer

El Espacio Illia sede Córdoba vivió ayer jueves una mañana única con la visita de Lulú Michelli, esposa del poeta y letrista de tango, Horacio Ferrer.

La artista plástica compartió con asistentes y voluntarios sus más de 30 años de amor con el autor de letras tan recordadas como “Chiquilín de bachín“, “La última grela” y “Balada para un loco”, entre otros clásicos de la música popular ciudadana.
En una charla íntima, moderada por el periodista Ángel Stival, Lulú repasó vivencias y anécdotas con Ferrer, desde su vida cotidiana hasta episodios extraordinarios que convirtieron ese amor en una historia asombrosa. Su relato emocionó e hizo reír a las 150 personas que participaron de esta suerte de entrevista pública.

En su vista, contó con lujo de detalles su primer encuentro con Ferrer en el Café de la Poesía en San Telmo y cómo, desde allí, emprendieron juntos la aventura de compartir una vida plagada de amistades, locuras y risas. Un ejemplo de ello es cuando, junto Maximiliano Guerra y su marido, una madrugada lluviosa de Buenos Aires, en plena calle, improvisaron una pieza de “Balada para un loco”, mientras el día amanecía y la gente se disponía a trabajar.

En otro pasaje, Lulú repasó con emoción cuando, junto a Horacio y el hijo de Jairo, Yako González, produjeron una obra que combinaba poesía, música y pintura, inspirada en la obra de Pablo Picasso. Su máxima satisfacción llegó cuando los invitaron a presentarla en Madrid.

Ahora, de la mano de Maximiliano Guerra, Patricia Baca y Walter Camertoni, Lulú se animó a incursionar en el teatro. En la obra homenaje a Ferrer “Quereme así, piantado”, ella recita sus poesías y repasa sus vivencias junto al poeta.

En esta nueva etapa de su vida, Lulú confesiesa cuál es su motor para emprender este desafío. “Lo que me aminó a subirme al escenario es el amor por Horacio”, afirma con una sonrisa.