El Hogar Arturo Illia homenajeó a sus cumpleañeros

“Yo nací el 8 de julio 2012”, bromeó Raquel. “El mundo fue feliz cuando yo nací”, acotó Omar siguiendo la humorada. “Me encanta cumplir, ¡estoy muy contenta!”, enfatizó Marta mientras alguien susurraba atrás: “Yo cierro el año, cumplo el 31 de diciembre”. Es que el Hogar Arturo Illia, el espacio socio cultural y recreativo de la Caja de Jubilaciones de Córdoba homenajeó a sus asistentes festejando los cumpleaños de los beneficiarios que nacieron entre los meses de julio y diciembre. Una jornada de entretenimiento que tuvo el doble objetivo de promover el trabajo en conjunto de talleres y voluntarios, y la integración y participación activa de los adultos mayores.

Así, alrededor de las 11 en la sede ubicada en Avenida General Paz 539, los talleres de Guitarra y Folclore fueron los primeros en abrir el escenario. Con cantos y bailes tradicionales sonaron la chacarera “La olla´i locro”, el gato “Tuma tumita”, la chacarera doble “Entre a mi pago sin golpear” y la cueca “La dos puntas”, entre otros. “La música alegra el espíritu y es una manera de conectarnos con otros talleres, intercambiamos la danza con la música”, señaló Ramón Carrizo voluntario a cargo del taller de Guitarra luego de que con su grupo interpretara “El burrito cordobés” acompañados por las polleras largas y los pasos típicos a cargo de los asistentes del taller de Folclore de María Chiapini. “Estas celebraciones ayudan a acercar a los adultos mayores, a conocerse, a compartir, a escuchar historias de los demás”, agregó.

Luego, con la conducción de Juan Pablo Nahueltripay, voluntario de expresión corporal, fue el momento de los juegos de movimiento, estimulación de la memoria, recreación y dinámicas lúdicas de distención y ejercicio.

Después, llegó el “coqueteo de edades”. De acuerdo a los meses en que nacieron, los cumpleañeros pasaron en grupos a “soplar las velitas y pedir los deseos”. De julio a diciembre los asistentes se presentaron y, sin vergüenza, dieron números a las arrugas. “Yo soy nuevita, sólo tengo 55”, dijo una voz de alguien de Coro mientras, atrás, Elsa Andurno de 90 años se preparaba para seguir bailando. Y el desfile siguió con edades desde 60, 72, pasando por 84 y más, acompañado de algunas palabras. “Voy a computación con Luchi y estoy muy contenta. Vine al Hogar en julio y ya manejo facebook, chateo, uso Word, Power point…”, destacó Susana a su turno, frente a la torta.

Después de la comida la música volvió al escenario con asistentes que se animaron al micrófono. Así, Norma Avado cantó el tango “Como los extraños”, Eduardo Quiroga dio vida a “La Barca” y Abel Chávez interpretó “Mis arapos” y “Gira Gira”, todos acompañados por el público.

Además, se realizaron clases abiertas de candombe y salsa a cargo de los talleristas Sandra Ortega y Denis Morales, y se destacó la participación de dos asistentes en el maratón “En movimiento contra la diabetes”, en la categoría de veteranos, para terminar el evento con un gran baile.

“En vez de cumplir parece que te sacas años de encima. Es como empezar a vivir de nuevo. Tengo amigas en todos los talleres y me siento muy feliz”, señaló con alegría Elba Guevara de 60 años. “Voy a extrañar en enero, tendrían que hacer una escuela de verano, con una pileta”, bromeó.