Con la presencia de Víctor Laplace hoy se presentó en la ciudad de Córdoba «Puerta de Hierro», el largometraje que lo tiene como protagonista. En el acto concretado el Paseo del Buen Pastor estuvo presente el gobernador José Manuel de la Sota, quien reconoció el trabajo artístico y rescató la mirada humana sobre Juan Domingo Perón, personaje central del film.
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“En la película se refleja lo malo y lo bueno de una persona que influyó tanto en la política argentina durante su vida y después de muerto”, señaló De la Sota, tras la proyección del trailer, a la que asistió acompañado por el titular de la Agencia Córdoba Cultura Pablo Canedo.
A su turno, Laplace hizo referencia a la complejidad y riqueza del personaje, que no se agota en su vida política. Por el contrario, el actor resaltó la diversidad de facetas que definieron la personalidad del líder. En “Puerta de Hierro”, Laplace dijo que interpretó al Perón más doméstica, “más humano”.
La película refleja los 18 años de exilio del ex presidente, la resistencia y una porción importante de la historia de nuestro país en los años 55 al 73. “El personaje cada vez me deja más ganas de seguir investigando”, dijo Laplace, y agregó que siente la satisfacción de que a partir de la película se “genera un sano debate profundo sobre nuestra historia, ese es el objetivo de la película”. El elenco está formado, además, por los actores Javier Lombardo, Victoria Carreras , Manuel Vicente y Federico Luppi.
Algo más que una casa
Una casa a 10 mil kilómetros de distancia de Buenos Aires, en la que confluyen los intereses políticos de todo un país. Una casa habitada por un ex presidente derrocado y desterrado, por su esposa y futura presidente, y por su secretario que creará a la salvaje Triple A. Una casa visitada por líderes montoneros, sindicalistas, militares opositores y amigos, turistas y estudiantes del mundo; que fue el corazón y el cerebro de la resistencia y de la lucha de todo un pueblo, y que cobijó el cadáver de Eva Perón, secuestrado por casi dos décadas. Una casa que fue testigo de la vida cotidiana del líder argentino más importante del siglo XX, de su mundo privado, y de su amistad con una joven mujer que llegó a conocerlo como nadie: Sofía. Simplemente, una casa: Puerta de Hierro.