El Cirque Du Soleil se prepara para el debut en Córdoba

Todo lo que rodea al cirque Du Soleil en los preparativos para los shows que van a presentar en Córdoba en el complejo Feriar, es precisión, disciplina y trabajo. Ensayan de martes a domingos en rutinas controladas por directores, el trabajo mayor lo tienen los gimnastas, en cambio, la de los actores es menor, dice Victorino Luján, el argentino que fue seleccionado por la Compañía hace 10 años.

Este grandote, cantante lírico, actor con alguna trayectoria en Buenos Aires, desplegó su talento con la Compañía que supo darle su lugar. Hace de amigo de Mauro, el payaso que imagina en sueños su propio funeral. La historia tiene un hilo conductor en donde despliegan talento, preparación y creatividad los 60 artistas provenientes de 22 países. Embajadores que dejan su impronta en la Compañía, esa es quizás una de las razones para que la llegada al público sea siempre cercana, manejan códigos y despliegan  en el escenario la lengua del lugar en donde actúan.

«La fiesta que significa vivir y la convivencia que hay entre los espacios diversos, aunque parezcan irreconciliables», es lo que se quiere transmitir en «Corteo», cuenta Victorino Luján; por eso el funeral está lleno de alegría, simpatía y nostalgia. La historia está ambientada en un espacio de circo de fines de 1800.

Para Victorino, el Cirque du Soleil se asemeja a un «Barrio ambulante», es como una pequeña ciudad, reconoce que se trabaja en un buen clima laboral, aunque haya más afinidad de unos con otros, pero lo que prevalece es el entusiasmo por superarse. El prestigio del nombre hay que cuidarlo, por eso el empeño en el trabajo, reflexiona el único artista argentino en Corteo.

Entrar en la carpa del ensayo artístico es sumergirse a un mundo de artistas y deportistas que trabajan y desarrollan sus capacidades al máximo. «Ellos dedican mucho trabajo en lo que ponen en escena», indica Luján

La Compañía dirigida por Daniele Finzi Posca, elige sus artistas de varias maneras, cuenta con reclutadores que viajan a los principales festivales y apuntan con criterio artistas que puedan sumarse a semejante estructura, otra manera es que de elegir a través de videos que mandan los interesados, luego los seleccionados son  convocados para diferentes castings. Los procesos son largos, pero cuando llegan impactan sobre la vida de los trabajadores del colosal circo.

Así ocurrió en la vida de Victorino Luján, nunca imaginó trabajar en un circo, sí se ilusionaba en poder vivir del arte alguna vez. Su incorporación al Cirque fue por pura casualidad: un día estaba en la parada del ómnibus, se encontró con un ex compañero de radio y lo invitó a una obra de teatro. Luego de esperar 15 minutos al colectivo en el frío, resolvió ir al teatro. «No tenía nada importante que hacer ese día», recuerda. cuando recibió la noticia: «Fue un gran cambio en mi vida. Fue un proceso largo. El primer contacto fue en el 98, luego en el 2000 también me convocaron y en el 2004 me llamaron, me dieron 10 días y me incorporé», cuenta con naturalidad uno de los protagonistas.