“Desde que descubrí el violín, no paro de tocar”

“Para mí el Chelo es mi vida”, dice con seguridad, Tiziana de primer año del secundario, asegura que desde que empezó en la orquesta se siente más «relajada» y que ya tiene decidida su carrera, «cuando sea grande voy a ser chelista», dice convencida. A su lado, se encuentra Martina, acompañada con el Contrabajo que la mira desde arriba, cuenta que le gusta compartir con sus compañeros lo que aprende en la orquesta. “Descubro amigos talentosos”, dice la pequeña de ojos celestes. Para no quedarse atrás con el entusiasmo, Celeste, dueña del violín dice que no para de tocar y que todos los días practica al menos una hora.

Estos comentarios y frases similares dijeron los chicos que integran la Orquesta Escuela Mediterránea antes de brindar un concierto, organizado por la Defensoría del Niño, en homenaje al 26º aniversario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño que se realizó días atrás en el Teatro Real.

La Orquesta Escuela Mediterránea (OEM) está integrada por más de 200 niños, de 8 a 13 años de 10 escuelas públicas de la ciudad de Córdoba y de Unquillo, ellos conforman la agrupación creada por la Fundación Pro Arte y la empresa Kolektor, avalada por el Ministerio de educación de la provincia.

Este tipo de agrupaciones apelan mostrar cómo la música puede ser transformadora de un niño, de una familia o de una comunidad. A eso aspira la metodología de El Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles, presente en Argentina desde 2004 y desde hace más de 40 años en Venezuela, con réplicas en todo el mundo. En Córdoba, la Orquesta-Escuela Mediterránea (OEM) arrancó en agosto de 2014, y forma parte de la red que coordina Soijar, la entidad que en Argentina promueve la filosofía del Sistema.

Arriba del escenario, los 80 niños músicos, desplegaron con soltura y convicción sus instrumentos – Violines, Chelos y Contrabajos- atendieron las indicaciones de su director: el maestro Hadrián Avila Arzuza, quien se puso a la altura de los niños músicos y público infantil.

Arzuza fue convocado como padrino y se puso al hombro la orquesta, «trabajar con los niños me da mucho placer, ellos aprenden como esponjas y están libres de prejuicios, no les importa si la música es clásica, folklórica o cuarteto», sólo se acercan con curiosidad y sorpresa. «Los niños tienen el derecho de recibir una educación integral, tenemos que acercarles la música», señaló el director entusiasmado con la iniciativa.

En este sentido, la Coordinadora de la Orquesta, María José Patiño, no deja de sorprenderse por el crecimiento que han tenido a lo largo de un año y medio desde que se formó. Para explicar el sentimiento que los agrupa dice que “Los chicos sienten que la Orquesta les da un lugar de pertenencia”, y remata “somos una gran familia”.

Mientras tanto, en el salón principal del Teatro Real, el director musical observó la sala y señaló, por un lado a los niños músicos en el escenario y por el otro, al público infantil concentrado, escuchando el concierto. «Esto que observamos», dice, «impacta de manera positiva en su crecimiento». Y agregó: «Cada vez ellos entienden más en el modo de organizarse como equipo, si nosotros logramos que los chicos puedan tener música de manera más seria va a redundar positivamente».

El maestro en cada pausa, explicó los temas que vendrían y les preguntó cuál era el instrumento que más les gustaba, al mismo tiempo, los invitó a sumarse a la orquesta el próximo año: “Levanten la mano los que prefieren el violín”, les preguntó. Ante la consulta, un niño dijo que le gustaba el “violín grande”, refiriéndose al Contrabajo.

Para Avila Arzuza, la educación musical debería ser obligatoria, aseguró el director que el primer aprendizaje en la orquesta es la mejor enseñanza para la vida. «Allí se aprende a que el buen desempeño individual redunda en el trabajo colectivo y que todos tienen el mismo objetivo, por eso van hacia una misma dirección». Además, expresó que los chicos en estas instancias aprenden a tener disciplina y concentración.

Por su parte, reconociendo los logros de la experiencia propia y sumando las ajenas en este asunto, la coordinadora del proyecto de Orquestas, advierte que los niños que transitan por estas experiencias adquieren mayor autoestima, se sienten más seguros y mejoran el rendimiento escolar.

Dinámica de trabajo-Eligen la escuela previamente acordada con Educación de la Provincia, ofrecen un concierto didáctico e invitan a los chicos a que elijan el instrumento que desean tocar. Ellos se anotan y a partir de allí se organizan. Ensayan tres días a la semana en la escuela y el cuarto día, es  un ensayo con la Orquesta en el Ministerio de Desarrollo Social.