Celebran la Música y la regalan generosamente 

Desde la infancia a la vejez, la música es un componente de la vida que está siempre presente y ocupa un rol insustituible. Instrumentos privilegiados de la tarea de difundirla, los directores de los cuerpos estables del teatro Libertador intentaron ponerle palabras a una actividad que para ellos pasa en lo cotidiano por ejecutarla y tratar de atraer cada día a audiencias más numerosas.

“La música es mi vida” asegura Damián Torres, director de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana y como si su propia manifestación no tuviera la contundencia que persigue, apela a Friedrich Nietzsche, el filósofo alemán, para recordar, con la convicción de los acostumbrados a buscar las razones últimas de la existencia, que “la vida sin música sería un error”.

Torres advierte que “si en este país, la música fuera una materia obligatoria de una manera bien pensada, la evolución del pueblo sería mayor”. Y aclara que “no es solo un pasatiempo porque te da una apertura y velocidad mental increíble, que pocas artes logran”.

Con idéntico grado de convencimiento, Gustavo Maldino, al frente del Coro de cámara de la Provincia agradece la suerte que ha tenido en la vida de poder trabajar en lo que más le gusta. Y por si hiciera falta, subraya que “es mi pasión, es parte de mi vida, no podría vivir sin ella”.

Para él, el coro “es una de las actividades más formativas tanto en el plano profesional como vocacional” y detalla cada uno de los aspectos que convierten al ensamble de voces en una suerte de metáfora de la vida en sociedad.

“Se aprende a trabajar en equipo, a no imponer ni el timbre ni tono de voz, ni la manera de pensar. La formación es integral, el músico no es solo un oído” Y Maldino emplea su experiencia para regalarles un consejo a los más jóvenes: “sigan su corazón y nunca pierdan el ansia de aprender”.

En este recorrido por las opiniones de los que trabajan para acercar la música a quienes disfrutan de ella, la directora del Coro Polifónico, Lucia Vallesi recuerda: “Aprendí a leer música antes que leer textos”. Y enfatiza “no es romántico, la música vertebró mi vida completa, no tanto en el lugar de elección de vida sino que la música me permitió aprender muchísimo de sociología, tener más cultura” y remata “la música no es solo tocar un instrumento o cantar, es mucho más que eso, le da profundidad a la vida de cada persona”.

Y en cuanto al aprendizaje temprano, dice Lucía que le hubiera gustado «tener otra infancia, pero ahora pienso y siento que he tenido una niñez hermosa, diferente, y que no le quitó nada a mi vida”.

La directora del Coro Polifónico se congratula del gran poder de convocatoria que tienen los cuerpos estables de la provincia. «Cada propuesta llenan las salas, eso es porque es una ciudad que tiene muchos estudiantes y ellos toman y se apropian de las buenas propuestas culturales”.

Hadrián Avila Arzuza, el director de la Orquesta Sinfónica, sostiene que “la música es la primera enseñanza de cómo vivir en sociedad” y también que “cada uno tiene la misión de hacer bien su rol y eso beneficia al conjunto. De mi trabajo individual hago que mejore el entorno entonces ellos piensan en el trabajo grupal y apuntan todos hacia la misma dirección”.

El Director de la Orquesta Sinfónica está seguro de que “la música puede cambiar la vida”. Para él está claro que “si estás mal, vas a un concierto y al menos un rato la pasás bien, te generás cierto confort”.

Y en cuanto al carácter formativo, opina que “para los niños debería ser obligatorio. Ellos tienen el derecho de recibir una educación integral. Les mostraste un instrumento, ellos no piensan si es clásico, folklórico; hay que llevarles la música, hay que ir donde está la gente”.