Ante la proximidad de la celebración de Semana Santa, el área de Epidemiología del ministerio de Salud de la Provinicia, recomienda a la población extremar las precauciones en la compra y consumo de pescados y mariscos a fin de evitar casos de intoxicación alimentaria.
Los productos que suelen consumirse en estas fechas, son rápidamente perecederos y requieren una adecuada refrigeración.
Las intoxicaciones o infecciones suelen producirse por la contaminación de alimentos, a través de recipientes o bien en su proceso de preparación, conservación (cadena de frío), manipulación y distribución.
Los síntomas que pueden provocar los alimentos contaminados pueden detectarse en horas o días posteriores a la ingesta, variando según el tipo de agente responsable (microorganismos, toxinas, parásitos), la cantidad de alimento contaminado consumido, o el estado de salud del individuo.
El malestar comienza generalmente con dolores abdominales fuertes (cólicos), diarrea, vómitos y dolor de cabeza.
Las recomendaciones a tener en cuenta son:
1. Comprar pescados y mariscos en lugares de expendio y supermercados habilitados.
2. Las pescaderías deben exhibir este tipo de alimentos refrigerados o cubiertos de hielo.
3. El pescado debe tener las branquias rojas, las escamas bien adheridas al cuerpo y los ojos brillantes. Su carne debe ser firme y no debe ceder con la presión del dedo.
4. El olor a amoníaco es el que indica el estado de descomposición del pescado.
5. El pescado seco o salado, no debe presentar manchas negras y su olor debe ser característico.
6. Los camarones y langostinos no deben presentar manchas en su superficie, olor desagradable o desprendimiento entre la cabeza y el tronco; estos son signos de deterioro.
7. Los productos de pesca deben estar bien cocidos y después de preparados deben ser consumidos lo antes posible.
8. Los enlatados no deben presentar abolladuras ni estar inflados. Verifique su fecha de vencimiento.
Además, para lograr una correcta y sana alimentación, es clave verificar no sólo la buena calidad de los productos, sino también la forma de preparación, su adecuada conservación y que sean servidas en forma higiénica.
Por eso, también debe tenerse en cuenta las siguientes medidas:
– Cocine bien los alimentos.
– Consúmalos inmediatamente después de cocinarlos.
– Cocine lo justo, trate de no guardar sobras ni recalentar la comida.
– No corte la cadena de frío de los alimentos que necesiten refrigeración.
– Evite el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados
– Lávese las manos con frecuencia. Antes y después de preparar alimentos.
– Mantenga limpias todas las superficies de la cocina y los paños que utilice.
– Mantenga los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales.
– Utilice agua potable; si el suministro no es confiable, deberá hervirla.
– Si come fuera de su hogar, exija que los alimentos estén bien cocidos y controle que los aderezos estén correctamente envasados.