«La obra pública permitió conjurar la crisis hídrica»

El intendente de Río Ceballos Sergio Spicogna aseguró que la tranquilidad que ahora tiene la población con el dique La Quebrada luciendo en su esplendor «no es solamente resultado de la naturaleza sino también de las obras que realizó la Provincia y que permitieron, en medio de la crisis hídrica, liberar a Unquillo y Mendiolaza, dos grandes localidades que se surtían del mismo espejo de agua».

Satisfecho por esta nueva realidad, el jefe comunal sostuvo que la extensión del acueducto de La Calera a través de la  planta de bombeo «nos permite aprovisionar de agua todo el sur de Río Ceballos más los nuevos emprendimientos que se encuentran en el acceso a la E 53, porque Córdoba crece y crece y hay que ampliar el servicio».

Insistió Spicogna en que las lluvias constituyen un factor importante pero no excluyente en el aumento del nivel del dique. «Si uno ve la curva de crecimiento, se da cuenta que no fue solo con las lluvias, sino que a partir del momento en que se puso en funcionamiento este nuevo bombeo y este acueducto que nos permite traer agua a Río Ceballos y liberar a las otras localidades, rápidamente subió el nivel».

«En 45 días recuperó los más de 14 metros que había perdido. Son valores históricos, recuerdo la última vez que rebalsó  porque yo también era intendente. Y de ahí en más siempre estuvo en bajante», puntualizó.

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Precisó Spicogna que las obras que posibilitaron la realidad de estos días empezaron hace nueve años. «En el año 2005 nosotros tuvimos la primer crisis hídrica y casualmente estaba el hoy ministro Fabián López al frente de la Dipas. Con él se empezó a evaluar la posibilidad de hacer un acueducto que una los dos sistemas: La Calera y Río Ceballos, es decir el dique La Quebrada junto con el agua que sacaban del dique San Roque».

Rememoró el intendente de Río Ceballos que «esa obra comenzó, tuvo algunas demoras pero fue avanzando paulatinamente y trayendo el agua para esta zona. La conexión de ambos sistemas es lo que nos termina aportando la tranquilidad que necesitábamos».

«Hace 15 días el gobernador inauguró una ampliación de la planta de La Calera que posibilitó el funcionamiento pleno del sistema. Toda esa inversión realizada por la Provincia a lo largo de estos años es lo que nos permitió liberar Unquillo y Mendiolaza. En dos meses, sumado a la fortuna de las lluvias, hizo que el dique vuelva a su estado normal y que todos los habitantes de Río Ceballos y su zona de influencia dejáramos de padecer la falta de agua».

El intendente de Río Ceballos celebró que ya no exista la necesidad de los cortes programados. Admitió que esas interrupciones «no solo perjudican a la población estable, sino que atacan al corazón de la actividad turística. Yo no voy a ir a visitar ningún sitio donde esté peor que en mi casa. Era preocupante que se acumularan las malas noticias sobre la crisis hídrica en las Sierras Chicas. Ahora sí podemos promocionar con tranquilidad una localidad que, en gran parte, vive del comercio y del turismo».

«El agua es vital para nosotros. Hemos recuperado un un espacio que tiene que ser de recreación, turístico y que está enmarcado dentro de una reserva que hay que cuidar con dedicación y ver cómo se lo conserva», concluyó Spicogna.