La afluencia récord de visitantes a la provincia no es la única novedad que trajo esta temporada turística, que ya se prepara para recibir el recambio de febrero. Otro rasgo que vienen advirtiendo en diferentes plazas es un aumento en el número de días que permanecen los visitantes, en comparación con años anteriores.
En efecto, intendentes de localidades ubicadas en distintos puntos de la provincia, consultados días atrás, coincidieron en el diagnóstico: los turistas se quedan por un periodo más largo. Claro que la tendencia no es uniforme; en algunos destinos, los veraneantes, en promedio, permanecen el doble de días que el año pasado, mientras que en otros la suba es más moderada.
Por caso, en Carlos Paz se viene verificando una estadía promedio que supera los seis a siete días, contra los tres o cuatro de años anteriores, según detalló el intendente Esteban Avilés. Esto impacta en “los niveles permanentes de ocupación” (hotelera) de la villa, que desde hace dos años es el destino con mayor “ocupación proporcional” del país, agregó.
En Villa General Belgrano, otro de los destinos emblemáticos, la situación es parecida. “Hasta el año pasado, las reservas iban de tres o cuatro días aproximadamente, en el mejor caso siete días. Este año vemos con sorpresa y alegría que se ha alargado la permanencia, llegando incluso a los quince días”, puntualizó el intendente Gustavo Medina. Se trata de ”un cambio significativo”, redondeó.
No es fenómeno exclusivo de las localidades serranas. En Miramar, un sitio que ha recuperado el protagonismo de otras épocas, la estadía promedio pasó de cuatro días y medio a cinco y medio, apuntó el jefe comunal Adrián Walker, quien remarcó que la localidad vive la “mejor temporada de los últimos años”.
En Mina Clavero, uno de los puntos más convocantes del Valle de Traslasierra, “la tendencia es a tratar de quedarse siete días. Vemos que esta temporada (la permanencia) ha subido”, señaló el intendente Julio Bañuelos, para quien este fenómeno viene creciendo año tras año.
También en Alta Gracia, localidad cabecera del Valle de Paravachasca, se evidenció una realidad similar. En la primera, “se pasó de un promedio de pernocte de dos días en hotel y tres días en cabañas, a un promedio de tres días y medio, y cinco noches, respectivamente”, precisó el mandatario local, Facundo Torres.
Esta tendencia se inscribe en una temporada veraniega que, como los propios consultados calificaron, hasta el momento es “histórica”. En ello seguramente incidió el inusitado arribo de turistas en diciembre, lo que marcó el pulso de la temporada.