Los pequeños gestos pueden tener un impacto enorme. En el caso del cuidado del medioambiente, las conductas individuales son importantes para la conservación y preservación de los bienes naturales. Por eso, cuando vayas al río, la montaña y demás espacios naturales no dejés residuos. Tené en cuenta que:
– Las colillas de cigarrillos demoran entre 1 y 2 años en degradarse; las bolsas plásticas, 450 años; las latas de conservas, entre 10 y 100 años; las botellas de vidrio, 4.000 años; las botellas plásticas, entre 100 y 1.000 años; las latas de bebidas, entre 200 y 500 años.
Las generaciones futuras tienen tanto derecho a disfrutar de la naturaleza como nosotros, y si dejamos desperdicios que permanecerán por siglos esta posibilidad se verá seriamente afectada.
– Utilizá los cestos de basura o guarda los residuos hasta encontrar donde tirarlos. Durante la temporada turística pasan millones de turistas por las sierras, y si dejaran envoltorios de galletas, botellas de gaseosa o bolsas de súper, por ejemplo, generarían montañas de basura en medio de la naturaleza.
– Si vas al súper o la almacén llevá tu propia bolsa para evitar la proliferación de plásticos y envoltorios. Podés generar menos basura adquiriendo productos que tengan poco o ningún embalaje.
– Cuidando el ambiente estás cuidando la naturaleza, que también es una «herencia» que dejarás a tus hijos y nietos. No hay excusas: todos tenemos la suficiente capacidad para darnos cuenta de la importancia de la protección del entorno.