Mosquitos y fumigación: mitos y verdades

Ante la aparición de casos confirmados de dengue en la provincia de Córdoba, una demanda habitual de la población es que se emprendan operativos de fumigación masiva. Si bien esta medida puede ser útil en etapas de epidemia de la enfermedad -como ocurrió el año pasado-, los expertos coinciden que no es la solución al problema y que debe ser evaluada en conjunto con otras acciones. Para entender por qué, es preciso conocer algunos hábitos y características del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, la chikungunya y el zika.

En primer lugar, se trata de un mosquito con gran capacidad reproductiva. «La hembra durante toda su vida puede colocar hasta 700 huevos, en segundo lugar parte de su ciclo de vida se desarrolla en el agua. El rociado espacial solo alcanza a los adultos y no a la etapa acuática del mosquito, de manera que esos huevos o las larvas continuarán con su crecimiento y nacerán de todos modos», explica Laura López, del programa de Zoonosis del ministerio de Salud.

Por eso, la mejor manera de lograr que haya menos mosquitos es evitar que las hembras encuentren reservorios donde se acumule agua, preferentemente limpia, clara y a la sombra, para depositar sus huevos: tapitas de gaseosa, tachos, baldes, latas, botellas, neumáticos, juguetes o cualquier otro objeto que esté al aire libre debe ser desechado. Si no puede ser eliminado, debe ser dado vuelta, tapado o tratado con larvicidas.

En el caso de los bebederos de animales y floreros, no solo debe cambiarse el agua, sino además limpiar bien las paredes del recipiente, si es con un cepillo mejor. «Esto es porque las hembras colocan sus huevos pegados en las paredes del recipiente y cada vez que se agrega agua y sube el nivel en el recipiente, eclosiona un grupo de huevos. Así, con esta eclosión escalonada, se aseguran la supervivencia aún en condiciones de sequía», detalla López.

También es importante evitar tener en las viviendas plantas de agua. Aunque parezca que el agua está limpia, las larvas suelen esconderse entre las raíces, razón por la cual no es suficiente con cambiar el agua. Además, hay que prestar atención a los platos que se colocan debajo de las macetas ya que también son lugares que eligen las hembras para oviponer.

Otro consejo para evitar posibles criaderos en las viviendas es limpiar las canaletas de los desagües de lluvia y tapar los tanques de agua.

Un mosquito domiciliario

«Si bien el saneamiento de los espacios públicos es importante, también es fundamental que cada vecino tome estas precauciones en el hogar, porque el mosquito generalmente habita en las viviendas; cuando las condiciones son propicias encuentra un lugar donde depositar los huevos y no se aleja de allí», advierte la especialista.

De hecho, todas las etapas de la vida de este mosquito transcurren en el entorno domiciliario, ya que las hembras necesitan alimentarse de sangre para poner sus huevos. Cuando no están apareándose o procurando alimento, buscan lugares tranquilos y oscuros para reposar. En general prefieren el interior de las viviendas, dormitorios, baños, cocinas, debajo de piletas, detrás de muebles. Solo ocasionalmente se los encuentra al aire libre, en la vegetación del jardín o en los fondos de las casas.

Al respecto, cabe aclarar que no se han hallado criaderos naturales de Aedes aegypti en ambientes acuáticos donde el sustrato es la tierra, razón por la cual las zanjas, charcos, lagunas, no suelen ser criaderos de esta especie.

Fumigaciones masivas

«Los tratamientos espaciales (fumigaciones masivas) son aplicados ante determinadas situaciones, es una herramienta más a utilizar, pero no la principal. Hay que tener en cuenta que este mosquito tiene gran capacidad adaptativa, por lo cual el uso intensivo de insecticidas puede generar resistencia, y también hay que evaluar el impacto que puede causar en el ambiente», indica López.

El Comité de seguimiento de estas enfermedades evalúa en forma permanente estas situaciones y las medidas que deben tomarse, por lo cual, decide cuándo es oportuna la fumigación masiva, entre otras acciones.

Control de foco o bloqueo

Es preciso diferenciar esta medida masiva del “control de foco o bloqueo” que implementa el área de Epidemiología ante la aparición de casos de estas enfermedades, cuyo objetivo es reducir el riesgo de propagación de la enfermedad con acciones tendientes a controlar estos vectores.

Se disponen tareas de eliminación de inservibles, tratamiento con larvicidas, y el rociado intradomiciliario de la vivienda y el peridomicilio, como así también las viviendas de la manzana y de las ocho manzanas circundantes, a fin de disminuir la cantidad de mosquitos adultos. Asimismo estas actividades se acompañan de educación y comunicación social.