Cuando los chicos se convierten en promotores de la salud

“Estamos viviendo algo único, no en todas partes se enseña lo que aprendemos aquí. Son cosas muy importantes para la vida y me parece fantástico, porque trabajamos con la práctica”, explica Roque Ludueña, alumno del 6° año del IPEM Presidente Roca.

Desde mayo de este año, su curso participa de un programa que promueve la vinculación entre los adolescentes y el Hospital San Roque. “Entre el hospital y la escuela, un puente de salud”, es el nombre de la iniciativa que se propone educar a chicos del nivel medio en problemáticas sanitarias de importancia entre los jóvenes.

Irene Suárez, trabajadora del servicio social del hospital, comenta: “La experiencia superó nuestras expectativas. En el comienzo pensamos hacer charlas, talleres, encuentros informativos, pero los alumnos asumieron el protagonismo, se interesan, hacen preguntas, vienen a hacer consultas”, explica la profesional.

Los chicos, vectores de información

El programa hace foco en la idea de la prevención, uno de los ejes básico del trabajo del Ministerio que conduce Carlos Simon. Arrancó en mayo con la temática de HIV; siguió después con el tema diabetes; luego con derechos sexuales y reproductivos y más tarde con violencia de género y violencia en el noviazgo.

El último abordaje fue sobre prevención de cáncer de colon, enfermedades cardiovasculares e introducción a la reanimación cardiopulmonar básica. La idea es que los jóvenes se conviertan en vectores de información y promotores de la salud, transmitiendo sus conocimientos tanto en la escuela como en el ámbito familiar.

“Apuntamos a que los adolescentes tomen entre sus manos la responsabilidad de su salud, que asuman actitudes apuntadas a prevenir las enfermedades y que las difundan al resto de los cursos y también a sus familias”, agrega Suárez.

“Los chicos tienen la posibilidad de seguir en contacto vía mail con nosotros. Hasta los familiares y padres se comunican con nuestro grupo, de modo que se produce un ir y venir de información que a nosotros nos es tan útil como a ellos”, dice Daniel Mercado, director del San Roque.

“Es una actividad totalmente distinta, muy bien receptada por los alumnos”, finaliza Mercado.