Con obras de teatro, números musicales, juegos, proyecciones de videos y papás compartiendo sus experiencias, concluyó la Semana del Prematuro 2012, iniciativa del Ministerio de Salud de la Provincia que reunió a la comunidad integrada por profesionales y familiares de los niños nacidos prematuramente.
Fue una merecida jornada de festejos para coronar las numerosas actividades que marcaron estos días y que concitaron la atención del público, gracias a la colaboración de los medios de comunicación que se hicieron eco del objetivo de instalar esta temática en la agenda pública. Como se dijo a lo largo de la semana, nada menos que 8 de cada cien bebés nacen prematuros en Argentina.
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Estela Moreno es una cordobesa cuyo caso resume el de muchos otros padres. Ella es mamá de Mateo, un nene que nació en el Misericordia con 28 semanas de gestación y 1,180 kilos de peso. Mateo estuvo internado 62 días en Neonatología del hospital.
“Fue un momento muy duro para mí y mi familia”, cuenta Estela. “Uno siente miedo, aunque los médicos dicen que van a hacer todo para salvarlo. Ahora él está en seguimiento, por ser de alto riesgo, y está viniendo tres veces por semana a rehabilitación”, detalla.
Estela supo encontrar la manera de servir a otros que atraviesan situaciones semejantes. Así, hoy forma parte de un grupo de adultos que ayudan a otros padres de niños prematuros.
“El año pasado formamos un grupo de ayuda y contención”, detalla. “Uno trata de sacar los miedos que ellos tienen, contando la propia experiencia. El hecho de estar es muy importante, escuchar a las mamás que están pasando por lo mismo”, dice.
En su edición de 2012, la Semana del Prematuro en Córdoba estuvo jalonada por diversas exposiciones, debates entre las instituciones públicas y privadas, discusiones en torno al proyecto de la Ley de Seguimiento del Recién Nacido de Alto Riesgo (con media sanción en Diputados) o la colocación de la piedra basal de la residencia para madres en el Hospital Materno Provincial.
Estas son sólo algunas entre las muchas acciones debidas al esfuerzo de los familiares y equipos de salud y que tuvieron lugar principalmente en el Nuevo Hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto San Antonio de Padua y en los hospitales Misericordia, Materno Neonatal y Materno Provincial de la ciudad de Córdoba.