Participación juvenil en contextos de encierro

  • Los jóvenes que se encuentran alojados en el Complejo Esperanza toman parte en Mesas de Participación junto a autoridades y equipos técnicos.
  • Es un ámbito para gestionar acciones que hacen a la propia vida en el encierro y a la resolución de conflictos.
  • Constituye la única experiencia de estas características que se da en el país y la región.

El derecho a la participación es uno de los derechos reconocidos a niñas, niños y adolescentes por la Convención de los Derechos del Niño y la normativa nacional y local, esencial para la construcción de ciudadanía.

Si bien es uno de los derechos que menos resuena socialmente a la hora de hablar de las infancias, por su trascendencia el Gobierno viene trabajando en la institucionalización de espacios donde puedan emponderarse, expresarse, y que su opinión sea tenida en cuenta.

Martín, Lautaro y Lucas son tres adolescentes que participan de estos espacios de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF).

Mesas de Participación Juvenil

Desde noviembre del 2018 funcionan las Mesas de Participación Juvenil en cada uno de los Institutos del Centro Socioeducativo Complejo Esperanza para chicos que han infringido la ley penal.

Lucas participa de la Mesa del Instituto San Jorge. Martín y Lautaro -que llevan más tiempo en el Complejo- toman parte hace más de un año en las Mesas del Instituto Horizonte y del San Jorge respectivamente.

Si se les pregunta, ellos creen que el Complejo no sería igual sin las Mesas de Participación. “Porque dan muchas soluciones las mesas; ahí se buscan posibles soluciones o mejoras y de a poco se va cambiando todo”, dice Martín.

Lautaro coincide. “Nos damos cuenta que nos escuchan mucho, por ejemplo salen demandas hacia el área de la cocina, hacia el área de deportes”, relata. “La idea es ir pidiendo cosas para una buena convivencia”, agrega su compañero.

Las Mesas de Participación Juvenil son quincenales, y los adolescentes toman parte de manera voluntaria. “Van las socioeducadoras, los directivos de ahí, y Antonio Franco”- explican-. Franco es el subsecretario de Niñas, Niños y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal quien señala que las Mesas de Participación forman parte del proyecto institucional del Complejo, el cual fue elaborado tras un trabajo participativo y sostenido en el tiempo de todas las áreas que intervienen allí.

Es la única experiencia de estas características que se conoce en Sudamérica con jóvenes en contextos de encierro.

La esencia de todo proceso educativo es la razón de la creación de las Mesas de Participación, asevera Antonio Franco. «No hay proceso pedagógico posible sin la real participación del sujeto de la educación. No hay educación posible si el sujeto no piensa, debate y es protagonista del mismo sistema de convivencia”, asiente.

En las Mesas, los jóvenes no solamente plantean demandas que hacen a la convivencia y a la calidad de vida dentro del Complejo, sino que surgen temas a tratar ya sea impulsados por los mismos adolescentes, -como la situación de la pandemia-, como por los adultos que los acompañan que detectan temas importantes a hablar y trabajar con los chicos.

“Surgen varias cosas dentro de esa Mesa, en el Nuevo Sol han salido temas para trabajar, por ejemplo el tema de la violencia…”, relata Lautaro. “Ahí hablamos de varios temas también y aprendemos”, añade Lucas.

Lautaro cuenta que antes de entrar al Complejo no registra ninguna experiencia de participación parecida. Las Mesas le despertaron una faceta suya que desconocía. “Ser escuchado, eso está muy bueno. Me gusta expresar mucho, aunque no lo creas pidiendo cosas así es como que expresas bastante” dice Lautaro.

De las Mesas de Participación Juvenil al CPA

Este año los tres representan a cada Instituto dentro del Consejo Provincial de Adolescentes (CPA) espacio abierto donde participan chicos y chicas de diferentes puntos de la provincia para hacer oír su voz en la agenda pública. “Nos dan espacio para que hablemos de todo”, dice Martín y agrega que “es importante porque podemos buscar soluciones a las problemáticas de los adolescentes”.

Están expectantes de que las reuniones del CPA comiencen a ser presenciales ante el cambio de las medidas sanitarias. “No es lo mismo en Zoom que en persona, -explica Lautaro-. Virtualmente tenés que ir escuchando con mucha atención, sino te perdés”.

Experiencia Federal 

Martín, junto a otra compañera del CPA, representa a la provincia de Córdoba en el Consejo Consultivo de Adolescentes establecido por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia.

Martín personaliza la mirada de los chicos y chicas cordobesas que se encuentran atravesando medidas socioeducativas por conflicto con la ley penal. “Intercambias ideas con todos los chicos del país, se habla mucho de política pública, salud, educación, todo eso”, puntualiza. La experiencia nacional le gusta y lo distrae del encierro. “Te da más conocimiento, y salís un poco más de lo habitual”, rescata Martín.