Alertado por un llamado telefónico anónimo, personal de la Patrulla Ambiental y la Policía provincial decomisó ayer dos pumas de entre cuatro y cinco meses de vida, que se encontraban en un departamento de barrio Nueva Córdoba.
Los animales, que estaban en perfecto estado de salud, fueron derivados al zoológico de la ciudad de Córdoba, tal como ocurre en estos casos, dado que la Secretaría de Ambiente tiene convenios con ese parque municipal y otros centros de rescate, lo que permite derivar los animales a sitios más adecuados.
En relación a esta situación, la Secretaría de Ambiente remarcó que el puma es una especie protegida, por lo que no se permite su caza ni tenencia en domicilios particulares, tal como contemplan la ley 22.421 de Fauna Silvestre y el decreto provincial 1.751 de mascotismo.
Además de la expresa prohibición normativa, el comportamiento natural de los animales silvestres es otra razón de peso para no llevarlos a los hogares. Además del peligro que supone cohabitar con cazadores innatos como los pumas, cuando estos animales son criados fuera de su hábitat luego es complicado reintroducirlos en su entorno natural.
En este sentido, cuando se trata de reinsertarlos en su hábitat, “ al haber sido criados como mascotas, no desarrollaron su instinto de caza, lo que puede provocar que se acerquen a domicilios y procuren presas domésticas. Además se vuelven más peligrosos porque han perdido el miedo al hombre”, explican desde Ambiente.
En otros casos, muchos de los ejemplares rescatados han sido mutilados (se les suelen extraer garras y colmillos, o son castrados), lo que torna aún más difícil la reintroducción en su hábitat.
En el caso de los dos pumas recuperados, permanecerán por un tiempo en el zoológico, luego del cual los técnicos de Ambiente evaluarán que destino se les dará y eventualmente a dónde serán trasladados.
Los cachorros, que fueron traídos desde Formosa, habían sido rescatados cuando tenían 15 días de vida, luego que la madre fuera muerta, según lo señalado por la persona que los tenía a su cargo, quien los entregó voluntariamente. En la fotografía (gentileza del oficial Guillermo Lastra) que ilustra la nota se observa a uno de los animales rescatados.