Recomendaciones para el uso responsable de los antibióticos

  • Su mal uso y sobreutilización desarrollan resistencia a los gérmenes.
  • La toma de estos medicamentos debe ser siempre supervisada por un profesional.
  • Si aparecen síntomas o signos de enfermedad, se debe realizar una consulta médica y no automedicarse.

El Ministerio de Salud insiste en la importancia del uso adecuado de antibióticos y advierte sobre los riesgos para la salud frente a la utilización incorrecta de estos medicamentos. Para promover una utilización correcta y eficaz, la cartera sanitaria brinda información y recuerda las principales recomendaciones.

El mal uso y la sobreutilización de los antibióticos provocan el desarrollo de una resistencia a los antimicrobianos (RAM). Esto ocurre cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos, al exponerse a tratamientos inadecuados, en dosis, tiempos o sin necesidad -como, por ejemplo, usar antibióticos antibacterianos para una gripe- generan mecanismos de resistencia, y esta situación tiene consecuencias como:

  • La ineficacia de los antibióticos cuando hay necesidad real de utilizarlos: al haberse usado de manera incorrecta, no tiene el efecto buscado sobre el germen que produce la enfermedad.
  • La necesidad de utilizar medicamentos de mayor costo y por tiempo más prolongado.
  • La propagación de gérmenes multirresistentes en la comunidad, con la posibilidad de generarse enfermedades más graves.

Por ello, es fundamental que las personas sigan las indicaciones para prevenir la aparición y diseminación de la resistencia a los antibióticos.

Es importante destacar que cada medicamento tiene una función específica y solo debe ser utilizado con el propósito para el cual ha sido prescrito por el equipo de salud. Es fundamental seguir todas las instrucciones del equipo profesional, en relación a la cantidad de dosis, a días y horarios, y finalizar la toma de los antibióticos cuando se haya indicado y no antes, aunque la persona se sienta mejor.

Además, nunca se deben compartir con otras personas, ya que, aquellos que funcionan en una persona pueden no funcionar e incluso ser nocivos para otra. También se debe tener en cuenta que algunos medicamentos pueden interactuar negativamente con otros, provocando reacciones inesperadas.

Por ese motivo, el uso de los fármacos debe ser siempre supervisado por un/a profesional y no automedicarse, aunque lo síntomas sean los mismos.

Otro aspecto importante es la correcta conservación de los medicamentos. Deben almacenarse en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y fuera del alcance de los niños y niñas.

Cabe destacar que ante la presencia de cualquier síntoma es importante realizar una consulta al centro de salud más cercano, así como también, ante dudas relacionadas a indicaciones, prospectos y uso de medicamentos. Se puede consultar la red de centros de salud provinciales, aquí.