Víctor Martínez González es español pero vive en Washington, Estados Unidos, como parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Su currículum es tan extenso que sería apropiado decir que lleva destinada más de la mitad de su vida en trabajar sobre proyectos de cooperación y programas de fortalecimiento institucional en países de América y África para resumir su trayectoria profesional.
Actualmente se desempeña como coordinador de proyectos de la Sección de Fortalecimiento Institucional de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la OEA.
Invitado como disertante principal de las Jornadas de Conferencias Internacionales “Las Drogas en su Laberinto”, organizadas por el Ministerio de Desarrollo Social, Martínez expuso su visión sobre la importancia de las políticas locales y el abordaje territorial para combatir el flagelo de las drogas y cómo evalúa el panorama local respecto a ello.
Además, aportó su opinión sobre el programa “Municipios en Acción”, que lleva adelante la Subsecretaría de Prevención de Adicciones (SEPADIC) para introducir herramientas de prevención y atención primaria en consumo de sustancias en parajes, comunas, pueblos y localidades del interior provincial.
—¿Cuál es la importancia del abordaje territorial y de trabajar en el campo con las políticas sobre consumo de drogas?
—Se trata de un nivel fundamental. Porque ese es el espacio donde se manifiesta el problema y se concreta la realización de las políticas. Allí se define qué mecanismos implementar y qué respuestas dar. Es el lugar donde hay una toma de contacto con las familias y la comunidad que vive y sufre el problema. Desde su percepción y participación en las posibles alternativas de respuestas hay una parte de las soluciones. Es posible, también, a ese nivel detectar los cambios en el consumo, alertarnos formalmente ante de que ciertos hábitos de consumo se expandan y es el lugar en el que existen redes de trabajo que ayudan y potencian a la respuesta final frente al fenómeno.
—¿Existe una tendencia a nivel mundial y continental sobre aplicar este tipo de políticas de campo?
—Estamos en un momento en el que han transcurrido unos 15 años desde que la temática de descentralización se impuso. En América Latina suelen tener cierto rezago en implementarlas. Han habido muchas marchas y contra marchas hasta poder establecerse del todo. Pero es evidente que hay una tendencia en toda América que se tienden a crear unidades territoriales y las políticas y normas que rigen los procesos de descentralización se van afianzando y mejorando en sus alcances.
—¿Qué evaluación hace del trabajo realizado en nuestro país y en particular en Córdoba?
—Este evento que se realiza en Córdoba es atractivo e ilustrativo y muestra lo que se está haciendo desde Córdoba hacia Argentina. Es gratificante descubrir que hay iniciativas e impulsar este tipo de programas de apoyo a los municipios para que logren políticas locales eficientes.
—¿Qué opinión tiene del programa “Municipios en Acción” de la SEPADIC?
—Recibimos la documentación desde el Ministerio para conocer los cuatro años del programa “Municipios en Acción”. El material y las alianzas que se crearon para desarrollarlo son muy valiosos. Es un material que hay que compartir y difundir como buena práctica. Es una gran forma de hacer aproximaciones concretas a esta problemática.
—¿Los gobiernos deben plantearse como nuevos desafíos romper con la paradoja del Estado lejano y ausente para acercarse a los barrios y a la gente de manera cotidiana y terrenal?
—Hay una expresión sobre aquello de mirar a lo global desde lo local. Es importante observar la tendencia que se va dando en el continente porque se pueden descubrir elementos que ayuden a enriquecer y mejorar la gestión de las políticas públicas. El ámbito local es el que le trasmite riqueza, pertinencia y concreción a la política. Lo que allí se encuentre ayuda a que lo que allí se diseñe sea eficaz y pueda colaborar para lograr los objetivos que se propongan.