«La crecida nos llevó todo, pero estamos de pie»

A 10 días de la inundación, en la panadería Victoria Panificación de Villa Allende, ya amasaban los primeros bollos de pan. Jaqueline junto a su esposo, es la dueña de este negocio familiar que desde hace 25 años funciona en una esquina de la ciudad, frente al río.

El 15 de febrero pasado, el agua pasó por allí “con un caudal arrollador”; sin embargo, gracias a la solidaridad de los vecinos y la ayuda del Gobierno provincial, a través del Ministerio de Desarrollo Social, la panificadora reabrió sus puertas y retomó, de a poco, su ritmo habitual.

“Son muchos años de trabajo que uno siente que se le van cuando ve que se viene el agua y te lleva todo. Pero acá estamos, de vuelta. Cuando pasan estas cosas siempre es bueno rescatar la solidaridad de todos: los vecinos, nuestros clientes y nuestros proveedores. También la ayuda que nos dieron desde la Municipalidad y desde la Provincia. Siempre nos sentimos acompañados y contenidos”, cuenta Jaqueline.

La panadería “Victoria” es uno de los tantos comercios que sufrieron daños por la inundación del pasado 15 de febrero en Córdoba. A más de un mes de aquel día, el recuerdo de ese momento todavía está intacto para esta mujer que comenta cómo “el agua no dio tiempo a hacer nada, solo dejó una panera, arrasó con todo y el negocio quedó destruido por completo”.

El local no solo es el sustento económico de sus dueños, sino también de otras 10 familias. “Tuvimos ayuda de nuestros familiares y de los propios empleados y así éramos 20 personas limpiando. Como no teníamos nada, trajimos un mueble de casa para armar la panadería y poder abrir”, explica.

Ahora, el desafío es recuperarse y continuar, como bien dice Jaqueline: “Tuvimos cerrada la panadería por 15 días y no sabíamos qué iba a pasar. Gracias a la ayuda de todos pudimos abrir, los clientes volvieron y eso nos dio un empuje para seguir adelante y empezar de nuevo”.

Jaqueline destaca el acompañamiento permanente del municipio. «Nos sentimos acompañados en todo momento, y sobre todo escuchados» asegura. También valora la presencia policial, que evitó que se produjeran hechos vandálicos en su negocio y vivienda, y el trabajo realizado por las empresas prestatarias de los servicios básicos, que posibilitaron que pudieran recuperar la provisión de agua y luz en poco tiempo.