Durante toda la semana pasada, los jóvenes del taller de serigrafía del Complejo Esperanza trabajaron arduamente para agasajar a sus padres, convirtiendo botellas de vidrio en vasos e imprimiéndoles escudos de clubes de fútbol de la Argentina. Participaron de la actividad alrededor de 20 adolescentes de los distintos módulos del establecimiento. Esta es una de las opciones de formación laboral a la que los chicos pueden acceder mientras permanecen alojados en el Centro.
Dentro del Complejo Esperanza, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, funcionan distintos talleres de capacitación: Mantenimiento de espacios verdes, producción de bloques, granja y huerta, dictados por profesionales de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Mientras que, en articulación con la Agencia de Promoción de Empleo y Formación Profesional, se dictan: Carpintería, herrería, panadería y electricidad.
El objetivo es brindarles a los jóvenes en conflicto con la ley penal formación en distintos oficios para que cuenten con saberes y herramientas que ayuden a su reinserción social al momento del egreso.