Huevos de Pascua con sabor cordobés

Regalar huevos de chocolate en Pascuas es una costumbre que se originó en Europa y Medio Oriente antes del cristianismo. En realidad, en el antiguo Egipto, Grecia y Roma los jóvenes intercambiaban huevos decorados artesanalmente como símbolo del renacer de la naturaleza, que con el paso del tiempo, al llegar el siglo II se lo convierte en símbolo de resurrección.

Como la Primavera Europea prácticamente coincide con la Pascua, el huevo pasó a ser el signo del renacer de Cristo. Así empieza a asociarse a los huevos con la fertilidad, hasta llegar a encerrarse en el significado de Vida, cuando se establece por toda Europa como símbolo de La Pascua en la Edad Media.

Llegados los siglos XVII y XVIII los huevos convertidos ya en símbolos religiosos se pintaban y adornaban de miles de formas. Había huevos con joyas incrustadas y juguetes con forma de huevo para los niños. De modo que rápidamente los pasteleros de la época comenzaron a elaborarlos utilizando distintos ingredientes. Primero fue el azúcar luego el chocolate. En este sentido, cuentan algunos historiadores que la costumbre de hacer chocolates en forma de huevos empezó en Francia en el siglo XIX.

Lo cierto es que en Argentina, y precisamente en Córdoba, se respeta la costumbre de regalar huevos de chocolote cuando llega la Pascua. Y más aún, en muchas familias los padres esconden los huevos en diferentes partes de la casa, para que sus hijos lo busquen al despertar. Una vez encontrados, la familia se reúne alrededor de la mesa para romper el huevo gigante y compartir todos los pedacitos que se derretirán en su boca. De esta manera, asegura, la emprendedora en chocolates cordobesa Pilo Bratti, “se establece una alianza, una unión, entre todos los integrantes de la familia”.

Emprendedoras en Chocolates

Pilo Bratti y María Acevedo son cordobesas que se vinculan por ser emprendedoras en el rubro de la chocolatería. Mientras la primera vive en la zona norte de la ciudad de Córdoba y es dueña de la fábrica Pilo Bratti Chocolates; la segunda de la zona sur, tiene en su casa un emprendimiento familiar llamado HB Productos Artesanales.

httpv://youtu.be/2JK1MDqeI2c

Si bien Pilo no se dedica específicamente a hacer huevos de chocolate, en esta época del año está colapsada de trabajo con los cursos gratuitos que brinda, a través de la empresa Arcor, a mujeres y hombres interesados en aprender el arte de hacer huevos de chocolates. Fue precisamente en uno de estos cursos, brindado por la Fundación Inclusión Social con la colaboración de la Secretaria Pyme y Desarrollo Emprendedor de la Provincia, cuando conoció a María.

María y su hermana son pasteleras de alma, heredaron el oficio de sus padres y se lo transmitieron a sus hijos. Se capacitan constantemente para mejorar la calidad de sus productos y lo hacen aún más cuando llegan las pascuas. Este año ya llevan vendidos cerca de mil huevos a empresas, jardines escolares, supermercados y clientes particulares. En la familia, cada integrante tiene asignada una tarea, mientras se encargan de la elaboración, otros decoran los huevos para que los últimos puedan repartirlos.

La pasión por el chocolate y las ganas de seguir emprendiendo  hacen que Pilo y María sean ejemplos de trabajo y constancia para todos los cordobeses.

Cabe destacar que el año pasado, Pilo Bratti recibió una mención especial en la entrega de Premios de Ideas emprendedoras de la Secretaría Pyme y Desarrollo Emprendedor.