Feria de exquisiteces de los que recibieron el carnet de manipulación de alimentos

  • La entrega de certificados se realizó en el Paseo del Buen Pastor.
  • En el lugar exhibieron sus productos algunas de las emprendedoras.
  • El ciclo permite responder a las exigencias del Código Alimentario Nacional.

Felices como cualquier egresado que sabe que después del tiempo de preparación viene el desafío de mostrar lo aprendido, 64 hombres y mujeres que concluyeron el curso de Manipulación de Alimentos recibieron en el Paseo del Buen Pastor sus certificados y algunos de ellos montaron sus puestos en ese privilegiado sector de la ciudad para ofrecer sus productos.

Laura Jure, la ministra de Promoción del Empleo y la Economía Familiar de Córdoba destacó el paso decisivo que dan emprendedores que se vieron forzados a inventarse una actividad durante la pandemia y, con el tiempo, adquirieron los saberes necesarios para garantizar la calidad que reclaman sus clientes y exige el Código Alimentario Nacional.

Destacó además que el Gobierno tiene “todas las herramientas que ustedes necesitan para acompañarlos”. Mencionó al respecto la capacitación  y un conocimiento preciso de los costos y los planes de crecimiento, incluida la logística para la distribución y hasta el financiamiento indispensable para comercializar dentro de los márgenes legales.

A metros del lugar donde se realizó la entrega de certificados, Elisa, una de las emprendedoras que completó el ciclo, acomodaba tartas, tortas y lemon pies debajo de un cartel  con un nombre prometedor, “Santo Antojo”, una suerte de santo y seña con el que desde hace 4 años decidió que podía intentar vivir de su habilidad para la preparación de exquisiteces que al principio demandaban  amigos y vecinos y luego se extendieron a una clientela fiel.

A esta altura del año y de los conocimientos adquiridos, Elisa agradece la vidriera privilegiada que brinda el Paseo, un lugar que ante la inminencia del verano, es visitado por miles de personas  dispuestas a disfrutar  del atardecer en compañía de amigos  con algunas de las delicias de la feria.

En el caso de esta especialista en lemon pie y drip cake-una torta alta , decorada con crema-se hizo fuerte en el Paseo de la Mujer Emprendedora, sobre la ruta 20 y además, siguiendo el consejo de los que le sugirieron trabajar por redes sociales, abrió una cuenta en Instagram que le permitió incrementar el número de clientes.

Presente en la entrega de certificados, el  ministro de Industria, Comercio  y Minería, Eduardo Accastello  reivindicó la existencia del Programa de Fortalecimiento de la Economía Popular, un espacio de formación que tiene por objetivo  dotar a las personas que ya tienen un oficio, las herramientas específicas para organizar procesos de trabajo. “Este ciclo de manipulación de alimentos-subrayó- es el inicio de una tarea que nos puede permitir que hagamos de nuestro hogar una pequeña fábrica”.

Adriana, otra de las expositoras, intentaba proteger de los rayos solares una atractiva colección de tabletas de chocolate rellenas con frutos secos y arándanos, expuestos a la curiosa mirada de un grupo de chicos. Contó que trabaja junto a su hija los fines de semana y que “la alegría de que ella recibiera hoy su carnet  vino junto con la posibilidad de  mostrar nuestros productos en este lugar tan lindo y tan concurrido”.

Añadió que “se aprende muchísimo porque hay  un montón de cosas vinculados a los alimentos sobre  las que no teníamos idea”. Comentó que los sábados lleva sus productos a la plaza de Los Naranjos pero ahora, como ese espacio está en proceso de remodelación, debieron trasladarse a  un paseo que se encuentra sobre la calle Sipe Sipe.

Para esta época de tanto calor y pensando en diversificar la oferta, Adriana y su hija han agregado budines y pan dulce, “pero todos los productos tienen algún toque de chocolate porque  queremos ser fieles  a nuestra especialidad“.

Clara y Eugenia celebran el nacimiento de la Red de Consumo Popular hace 3 años desde la Mutual Carlos Mujica. “Empezamos con compras comunitarias y después pudimos tener un local en la Mutual“, ahora están en la calle Julio Roca 584 de barrio Guemes.

Se especializan en productores de emprendedores locales y del interior. Hay una gran variedad en la que destacan distintos tipos de yerba, miel y quesos. Las dos emprendedoras aseguran que “es esencial haber accedido a información confiable sobre el cuidado de los alimentos”.

Algo parecido afirma Silvia Gutierrez mientras procura instalar en su puesto, de la manera más atractiva, la oferta de  mermeladas ,escabeches y licores.

La certificación que recibieron hoy 64 trabajadoras y trabajadores tiene validez nacional y constituye uno de los requisitos para la habilitación de espacios de producción y comercialización de alimentos.

En el marco del Programa de Fortalecer Oficios de la Subsecretaria de Economía Familiar, se vienen realizando estas capacitaciones  a representantes de la economía popular que se dedican a la producción  y comercialización de alimentos

El dictado de estos cursos está a cargo de  técnicos del Ministerio de Industria de la Provincia y consisten de 7 horas totales de cursado divididos en tres encuentros con examen incluido, de 2 horas cada uno y 1 hora para el examen final.

Los objetivos generales del dictado de los cursos apuntan a que quienes los realicen, incorporen protocolos sanitarios que otorguen seguridad en la elaboración de alimentos .Las capacitaciones son una de las acciones realizadas por el Programa de Fortalecimiento de la Economía Popular que, junto a la cobertura del monotributo social, la bancarización y la educación financiera, entre otras, contribuye a formalizar al sector de la economía familiar vinculado a la producción y comercialización de alimentos.