- El proyecto Ruaj se asienta en cuatro pilares: educación, deporte, espiritualidad y trabajo.
- En el acto de cierre del año hubo entrega de menciones y reconocimientos.
- Como cada lunes, unos 50 internos realizaron su entrenamiento.
En un acto, internos carcelarios, ex jugadores de rugby, voluntarios, personal del Servicio Penitenciario y autoridades ministeriales que apoyan el proyecto RUAJ-Espartanos cerraron las actividades del año 2022.
Lo hicieron en una emotiva reunión realizada en el Módulo 2 del Complejo Carcelario de Bouwer, donde además se hizo entrega de menciones y reconocimientos a los distintos protagonistas que forman parte de este programa que desde hace seis años comanda Marcelo Ruíz.
Posteriormente, un grupo de unos 50 internos alistados en el equipo de ese complejo cumplió con los habituales entrenamientos de los días lunes, donde un puñado de exjugadores y voluntarios colaboran en la resocialización de esas personas privadas de su libertad. Lo hacen a través de la disciplina que rodea a la práctica del rugby y que redunda en la reeducación del preso, quien además incorpora valores tales como la “lealtad al grupo, el comportamiento y la persistencia”, tal como lo resume Ruíz.
Para su mentor, ex jugador de rugby de El Tala, el proyecto «está asentado en cuatro pilares básicos: educación, deporte, espiritualidad y trabajo. Los tres primeros los concretamos en la cárcel y el cuarto, el trabajo, intentamos ayudarlos y brindarles herramientas para que puedan trabajar cuando obtengan su libertad«.
“El proyecto ha crecido mucho. Trabajamos en conjunto con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el Servicio Penitenciario, quien nos ayuda y nos brinda toda la logística para que podamos llevar adelante la tarea”, agrega Ruíz, quien además resalta «el compromiso de los 12 voluntarios que, en turnos rotativos, cada lunes dejan todo de lado y se vienen al complejo”, remarcó. «En definitiva, todos formamos una gran familia”, sintetiza el empresario.
Finalmente, Ruíz agradeció a “todos aquellos chicos que quieren ser hombres nuevos, que confían en el proyecto y en estos ‘cinco locos’ que venimos todas las semanas. Realmente verlos cada día en este cambio es fuerte y ellos saben que será mucho más fuerte verlos el día en que salgan en libertad”, agregó emocionado.
Durante el encuentro, la secretaria de Organización y Gestión Penitenciaria, Cecilia Lanzarottis agradeció a todos aquellos que forman parte del proyecto: “Tengo que agradecerles que se den una oportunidad de cambiar sus vidas. Lo bueno es mirar hacia adelante. Vale la pena una vida distinta para ustedes y vale la pena para el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y del Servicio Penitenciario poder colaborar para que ese suceda. No pierdan esta oportunidad y cuiden este espacio, porque ustedes saben más que nadie lo que cuesta”, aseveró la funcionaria.
Emilio, capitán de equipo Ruaj, también tuvo sus emotivas palabras: “Estamos muy agradecidos. Por ahí no se ve, pero todos los Ruaj que venimos acá hemos tomado esa oportunidad y nos agarramos de eso. Lo disfrutamos mucho, estamos felices de vestir esta camiseta. La veo en los pasillos y el que la lleva, lo hace con orgullo, sabe que pertenece a algo bueno, algo de Dios, hecho con mucho amor por aquellos que lo hacen posible. Es una oportunidad que aprovechamos no sólo para salir a correr y aprender de rugby sino que también aprendemos a caer y a levantarnos de nuevo, con más fuerza”, afirmó el interno.
Acompañaron el emotivo acto, entre otras autoridades y donde no faltó la cálida interpretación del Himno Nacional Argentino interpretada en violín por el interno Herminio y las bendiciones a los presentes, a los certificados y obsequios por el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi; el director General de Técnica Penitenciaria, Víctor Vivas; el director de Políticas Penitenciarias, Pedro Yanzi Aspell; la secretaría de Extensión, vinculación e Impacto de la Universidad Siglo 21, Marcela Tello; el representante de la comunidad empresaria de Córdoba, Ismael Cima e Ignacio García, de Cadena 3.