Cuando el dolor se convierte en acción y conciencia

La de Julio César Ambrosio es la historia de cómo lo que nació siendo el peor drama personal imaginable se convirtió en una tarea de concientización que ya funciona en 450 localidades a lo largo de Argentina.

Y es que la Fundación Laura Cristina Ambrosio Battistel—que, según relata, tiene “el dolor y no el honor de presidir”—, surgió tras la muerte de su propia hija, fallecida con 21 años en un accidente de tránsito. Hoy, la organización a su cargo lleva adelante la campaña Estrellas Amarillas “Sí a la vida”, con el fin de alertar y llamar a la conciencia a los conductores para un manejo más responsable.

“Ahí se inició la campaña desde donde comenzamos a luchar contra este flagelo y que hoy está presente en todo el país, de Santa Cruz a Posadas”, dice.

Como un efecto de ese federalismo, este cordobés nacido en 1949 es invitado a participar prácticamente cada semana en actos que conectan los cuatro puntos cardinales detrás de un único objetivo: decirle sí a la vida, por una actitud cada vez más responsable de las personas al volante.

“Como digo siempre, Dios nos hizo arrodillar. Cuando un padre pierde a un hijo, pierde todo. Pero nos levantamos y sacamos fuerzas para que otro no pase por este camino, que es muy triste, muy tenebroso”, cuenta el hombre, quien durante toda su vida se desempeñó en el rubro de la construcción.

A raíz de que su trabajo en la fundación no se detuvo desde el año 2008, Ambrosio acabó por sufrir un accidente cerebro vascular.

“Tengo una gran satisfacción cuando veo por todo el país las estrellas amarillas, esta campaña que hicimos con tanto esfuerzo, con tanta pasión. El ACV me afectó físicamente, pero no afectó mi convicción y mi deseo de terminar con este flagelo”, afirma.

Alcoholemia Cero: un punto de llegada

Acerca de la reciente implementación efectiva en la provincia de la Ley de Alcoholemia Cero, señala: “La veo excelentemente bien. Es un debate que nació acá en Córdoba gracias al gobernador De la Sota y que hoy está en discusión en otros puntos del país”.

El referente comenta que normativas similares ya han sido sancionadas en Villa Mercedes o Neuquén, y que próximamente harán lo propio las jurisdicciones de Santa Cruz y Santa Fe. “Es un ejemplo nacional, y yo tengo una íntima satisfacción porque siempre dije: el que maneja no toma, y el que toma no maneja”, expresa.

“Siempre me preguntaban: ‘Julio, ¿qué nivel de alcoholemia creés que es aconsejable para aquel que conduce? ’. ‘Cero’, les decía yo. En Argentina, si vos decís ‘o,2’, los chicos dicen ‘bueno, vamos a tomar una cerveza’, y después son dos, son tres. Entonces: cero”, recalca.

Por otra parte, Ambrosio recorre actualmente la geografía provincial junto a funcionarios del ministerio de Gobierno y Seguridad, en procura de difundir la ley y concientizar a los municipios tratando de sumarlos en la implementación.

“Si con esta normativa y con esta campaña salvamos una sola vida, entonces nuestras vidas, la tuya, la mía, la de él, habrán valido la pena”, concluye.