Invitado por el ministro de Trabajo de la Provincia, Omar Sereno, el secretario de Integración Regional y Relaciones Internacionales, Carlos Alesandri disertó este mediodía en el cierre de las Jornadas de Salud y Seguridad Ocupacional “Trabajo Sano y Seguro”, que se realizó en el auditorio Diego de Torres de la Universidad Católica de Córdoba.
En la ocasión, el Secretario se centró en el protocolo «50 for Freedom» sobre el trabajo forzoso de la Organización Internacional del Trabajo para devolver la esperanza y la libertad a millones de personas apresadas en la esclavitud moderna. Esta campaña tiene por objetivo que 50 países ratifiquen el protocolo antes de 2018.
En su ponencia, Alesandri resaltó que “La firma del protocolo representa una actualización a las condiciones de un mundo globalizado, donde las relaciones laborales y productivas adquieren un carácter más complejo”. Y agregó: “El trabajo decente resume las aspiraciones de la gente durante su vida laboral, a la vez que plantea las características que debe reunir una relación laboral para que el trabajo se realice en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana”.
En el espacio de la Región Centro se trabaja mancomunadamente con el sector de los trabajadores mediante los foros de la sociedad civil, articulando políticas conjuntas para el espacio a la participación ciudadana en un Estado que promueve la integración y la justicia social. “Lo ambicioso del proyecto es generar las condiciones para la creación de un Observatorio del Trabajo de la Región Centro, con el objetivo de construir indicadores permanentes que sean insumos necesarios e importantes para la construcción de políticas públicas que den respuesta objetiva a los trabajadores de las tres provincias en beneficio de la actividad social y productiva de nuestro país”, aseveró el secretario.
Para finalizar, Alesandri resaltó: “Consideramos que el trabajo forzado y las nuevas formas de esclavitud son una problemática global, pero con impacto local. La solución, por un lado, está en los compromisos que pueden asumir los líderes mundiales en la actualización del protocolo, pero también debe complementarse con una activa participación ciudadana y de gobiernos locales e intermedios comprometidos con los derechos del trabajador”.