El 22 de septiembre de 1873, en una casona alquilada frente al paredón del Convento de la Merced, exactamente en el número 24 de calle 25 de Mayo, iniciaba sus operaciones el Banco Provincial de Córdoba.
Hacía dos años llegaba a la ciudad el ferrocarril proveniente de Rosario. La población había crecido significativamente a partir del importante número de inmigrantes establecidos. A la vez, circulaba más dinero proveniente de otras provincias. Tales factores contribuyeron a que empezara a debatirse, en distintos círculos, la idea de conformar un banco que pudiera responder a los requerimientos del nuevo contexto social y económico que tenía lugar en la Docta.
Organización del crédito
El primer intento oficial de organizar el crédito en Córdoba fue llevado a cabo por Mariano Fragueiro. Con una vasta trayectoria política, el exministro de Hacienda de Justo José de Urquiza creó en 1858, cuando era gobernador de la Provincia, la llamada Caja de Depósitos y Consignaciones. Con muchas dificultades, la Caja —como se la conocía— operó durante 13 años, pero se disolvió por falta de capital. Sus empleados trabajaban ad honorem y el organismo no contaba con fondos suficientes para otorgar préstamos.
Paralelamente, funcionaban en la época algunos bancos privados, como el Banco de Otero, Banco de Londres, Banco del Río de la Plata, Banco Argentino, Banco de Río Cuarto y Banco Comercial de Santa Fe. El crédito estaba en manos de las mencionadas casas o de simples particulares. Los requisitos de colocación, el elevado interés y los brevísimos plazos lo tornaban inaccesible para las mayorías.
Quien captó la necesidad de la comunidad cordobesa de ese tiempo de fundar un banco sólido, que representara los intereses de sus habitantes y pudiera promover el desarrollo de la región, fue el doctor Tomás Garzón, ministro de Hacienda del gobernador Juan Antonio Álvarez.
Pese a las arduas gestiones realizadas, tanto en el ámbito legislativo como en el privado, Garzón no logró que la entidad que soñaba para Córdoba fuese enteramente estatal. Designios del destino, quien sí lo lograría años más tarde fue su hijo, el doctor Félix Garzón, quien ejercía la presidencia de la entidad en 1902. Según indica el diario El Progreso de la época, el impedimento de obtener un empréstito por parte de banqueros ingleses fue una de las causas que llevaron a que la institución se conformara como entidad mixta, integrada mayoritariamente por fondos privados y una minoría estatal.
Misión social
Las intrincadas y trabajosas implicancias de la gestación del Banco hicieron que Tomás Garzón perdiera su puesto en la función pública. Considerado por generaciones como su mentor, el discurso que pronunció al momento de la inauguración es recordado en cada aniversario, sin perder vigencia:
“Operamos con esta creación una revolución trascendental, pero no revolución de sangre, ni de lágrimas, sino una revolución pacífica, la revolución del trabajo y de la idea. No es un Banco de Estado el que se ha formado; no, este trae siempre desconfianzas y temores que no dejan de ser fundados; hemos logrado la verdadera expresión de la ciencia económica: un banco de todos y para todos, el Banco del pueblo”.
Además de las propias operaciones comerciales, el banco en sus inicios tuvo la facultad de emitir papel moneda, manteniendo una reserva de metales superior a la tercera parte de los billetes en circulación.
Entre 1880 y 1881 se abren las primeras sucursales en Río Cuarto, Villa María, San Pedro y Bell Ville. A los diez años de su apertura, sus emisiones de billetes constituían la mayor parte del dinero circulante en el territorio cordobés y se había convertido en un verdadero auxiliar de transformación social, haciendo sentir su influencia en las distintas zonas de la provincia.
Con la misma visión y el compromiso que tuvo su fundador de contribuir al progreso de los distintos sectores, Bancor, la entidad financiera más antigua del interior del país, acompaña desde 1873 los proyectos de los cordobeses, buscando propiciar la igualdad de oportunidades para el bienestar de la comunidad.
Fuentes: «Historia del Banco Provincial y Banco de Córdoba», Imprenta Mercatali, Buenos Aires, 1923; «Banco de Córdoba. Pasado y presente», Banco Provincial de Córdoba, 2009; «140 años. Banco de la Provincia de Córdoba», 2013.