El Teatro del Libertador General San Martín fue el escenario de una noche donde las emociones fluctuaron entre la historia y la memoria, entre el recuerdo vivo de los oscuros acontecimientos sucedidos un siglo atrás y el vivo reclamo que continúa su búsqueda de justicia.
En ese marco, cada butaca encontró decenas de motivos para permanecer atenta y firme, entre las más de mil personas que asistieron, siendo testigos del recuerdo del genocidio armenio iniciado el 24 de Abril de 1915.
Allí estuvo, representando al gobierno de la provincia de Córdoba, la vicegobernadora Alicia Pregno, quien emitió un sentido discurso de apoyo y reconocimiento a la comunidad.
La funcionaria destacó la importancia de la historia de un pueblo para configurar su futuro desde una construcción colectiva: “Hoy estamos aquí para reconocer lo que fue uno de los aterradores crímenes contra la humanidad, para llamarlo por su nombre y decir, con toda verdad: genocidio”.
En ese sentido, destacó el acompañamiento de la Argentina, y particularmente de los cordobeses, en la lucha armenia por el reconocimiento del genocidio como tal:
“Hoy los acompañamos, como unidad argentina, diciendo presente, estando de pie, estando juntos para que ese reclamo, de verdad y justicia, sienta que las manos de estos cordobeses los abrazan y los cobijan”, afirmó.
Pregno sostuvo, además, que “en la oportunidad de la vida está la libertad y en la libertad la independencia. Por eso, los pueblos pueden y deben tener memoria. Y el pueblo armenio la tuvo, a través del reclamo justo y recurrente”.
A su turno, el presidente de la Colectividad Armenia de Córdoba, Eduardo Torossian, agradeció la presencia de la vicegobernadora destacando que se trata de un reconocimiento al aporte que su comunidad ha realizado a nuestro país desde 1915 en adelante:
“Cuando aquellos sobrevivientes vinieron para estas tierras trabajaron incansablemente por este país. Educaron a los hijos en la paz y la libertad que no tuvieron. Y todo ese aporte se ve recompensado hoy con la presencia de las máximas autoridades de nuestra Provincia. Por eso quiero destacar la presencia de la vicegobernadora Alicia Pregno esta noche”.
Al mismo tiempo, Torossian valoró los avances en los últimos años respecto al acontecimiento, indicando que el hecho de que hoy Armenia sea una Nación independiente, que el Papa Francisco haya celebrado una misa especial en relación al genocidio, que muchos países lo hayan reconocido por ley y que hoy las comunidades continúen recordando y pidiendo justicia, es una victoria.
Respecto a la posición de Córdoba, valoró la acción de la Provincia, a través de su ministerio de Educación, en relación a la inclusión en la currícula oficial de los colegios secundarios la enseñanza de lo ocurrido en 1915 con el objetivo de la prevención.
En la misma dirección, informó que durante el mes de agosto, mediante un convenio con la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y el Inadi, se comenzará nuevamente con la cátedra del genocidio armenio en el marco de la universidad.
En tanto, el día oficial de la celebración del centenario, el 24 de abril, está prevista la realización de una marcha de velas a las 18 horas que será continuada por un recital de rock por la paz, la memoria y el reclamo.
“Queremos que esta fecha triste se transforme en vida y que miles de cordobeses participen sabiendo que hechos como el genocidio armenio podemos evitarlos en el futuro”, sintetizó Torossian.
La noche, además de una memoria activa e interpelativa, contó con una fuerte impronta cultural a partir de la presentación de dos espectáculos musicales de alto vuelo.
En el primer turno, se hicieron presentes Kusán, el conjunto folklórico armenio de la ciudad de Córdoba, que representara durante la última edición de Cosquín a la comunidad. Como cierre, el broche de oro: Jairo interpretando obras musicales representativas para el episodio histórico, entre las que se destacó “Como la cigarra”, de María Elena Walsh.
Finalmente, y como corolario de la emoción que se palpitó de inicio a fin, el presidente de la Comunidad Armenia recuperó una frase del himno armenio como expresión de la lucha colectiva:
“En cualquier parte del mundo la muerte es una sola y los seres humanos moriremos sólo una vez. Dichoso aquel que muere en aras de la libertad”.
Sobre el genocidio armenio
El genocidio se inició formalmente la sangrienta noche del 24 de abril de 1915 cuando, en el Imperio Otomano, 400 intelectuales y dirigentes de la comunidad armenia fueron apresados y asesinados en las plazas públicas.
A partir de ese hecho se dio inicio a un proceso de asesinatos a gran escala que dio como resultado, en un período de dos años, un millón y medio de víctimas.
En términos estrictos, esto constituyó un aniquilamiento sistemático de un grupo nacional y étnico, hecho que ubica el análisis de la gran mayoría de historiadores y analistas en los términos de un claro genocidio.
No obstante, la continua actitud negacionista por parte de Turquía, heredera de aquel imperio, sumado a la ausencia de acciones internacionales inmediatas, significó -y aún significa- una deuda moral de superlativa gravedad.
En la actualidad, numerosos países han reconocido los acontecimientos históricos como un genocidio contra el pueblo armenio e, incluso, en las últimas semanas fue al propio Papa Francisco quien se pronunció en ese sentido afirmando que se trataba del primer genocidio del siglo XX.