Raúl Sansica: “El teatro es la experiencia en vivo”

La Comedia Cordobesa festejó sus 56 años de actividad fuera de su casa y tuvo como escenario un pabellón de la cárcel de Bouwer, lugar donde presentó “La Calderilla”. La propuesta fue aceptada por el público que acompañó los diferentes tramos de la obra. Algunos con sorpresa, otros con risas a carcajadas arrancadas por los diálogos plagados de ironías y realidad a la vez.

«Lo que más me gustó, fueron las cosas que dicen las mujeres», repondíó un interno a la consulta sobre lo que más le había impactado de la obra. «El teatro nos hace pensar un rato en otra cosa», dijo un jóven con varios años viviendo en el establecimiento carcelario.

La Comedia Cordobesa fue la encargada de iniciar el ciclo 2015 del programa Corredores teatrales. «La experiencia es fuerte», señaló Adrián Azaceta, uno de los integrantes del elenco. Admirado y conmovido por el respeto del público, dijo: «Ojalá la obra sirva para divertirse y reflexionar sobre los temas profundos que planteamos como la inclusión social o las situaciones confusas y difíciles que todos atravesamos».

La obra que se presentó en el Complejo penitenciario funciona bien, en general, ante los distintos públicos, aseguró Sansica. La de ayer a la tarde no fue la excepción, los espectadores se sumaron con respeto y complicidad acompañando cada uno de sus relatos. Para el director del Real, «el teatro es la experiencia en vivo y la propuesta que traemos de alguna manera toca las fibras íntimas de los que la ven», añadió.

«La Calderilla» es una obra fundada en recursos cinematográficos aplicados al teatro, somete tanto a actores como a espectadores a un ritmo vertiginoso y acelerado, como el del partido de tenis que los personajes no podrán nunca jugar.

La Calderilla es un paraje ubicado al pie del camino de cornisa que une Salta y Jujuy, en ese camino, un equipo de tenis amateur que viaja a participar de un torneo sufre un contratiempo. En medio de la ruta, cansados del viaje y ansiosos por el torneo, aparece de la nada para socorrerlos un extraño sujeto dueño de un hotel cercano. Una vez en la habitación, todo empieza a irse al diablo y a venirse abajo como un terremoto. Situaciones conflictivas, confusas e intrigantes entretejen una red de relaciones entre estos personajes, que provocan un final inesperado y siniestro.