La actriz Susú Pecoraro estuvo de visita en Córdoba, invitada en el marco del Festival de teatro del Mercosur para brindar una charla en el Museo Superior de Bellas Artes Evita «Palacio Ferreyra». Estuvo acompañada por la escritora Graciela Ramos y juntas conversaron con el público en un clima intimista.
La actriz que le dio el cuerpo y alma a “Camila”, la película argentina dirigida por María Luisa Bemberg, conversó con el público como si lo conociera de toda la vida. La actriz dice que es “de una sola toma”, reconoce que tiene poca memoria y recuerda que el director Adolfo Aristarain pedía a todo el equipo que prestara toda la atención al hacer la primera toma, porque sostenía que las siguientes no eran iguales a la primera y a él le gustaba la número uno.
En “Camila” tenía una obsesión: no parecer moderna , ni acartonada. La actriz cuenta que el rodaje de esa filmación fue muy difícil, principalmente por el calor. “Hacía 40 grados y yo estaba muchas horas con vestido de época , largo , pesado, sin poder moverme para dos minutos que se encendiera la luz y dejar allí la magia del personaje”, recuerda.
Para Pecoraro , el cine “tiene que ver con la vida” y agrega: “Tenés que tener zen, no te tiene que afectar lo que molesta a todo el mundo “ y asegura que la actuación requiere mucha concentración.
Recordó anécdotas de algunas de sus películas, como «Sur» de Pino Solanas, donde compartió muchos cafés con Roberto Goyeneche. Para el «polaco», recuerda, la mañana «comenzaba» al mediodía. El frío y las largas esperas preocupaban al director, a tal punto que le pidió a Susú que llevara a Goyeneche para entretenerlo, «para que el ‘polaco’ no se fuera a dormir”.
Para la actriz estudiar al personaje no cambia si es para cine, teatro o televisión, para ella es lo mismo a pesar de las diferencias de los espacios. Generalmente elige personajes que le son afín.