En un país o una provincia, como en cualquier comunidad, la “movida” cultural tanto puede registrar momentos de relativa calma como otros de mayor agitación. Es en el último caso cuando los ciudadanos, quienes por estar a este lado de la producción artística integran lo que comúnmente se denomina “público”, pueden advertir una proliferación de ofertas, cierta efervescencia que se traduce en una mayor variedad de propuestas culturales.
Lógicamente, por detrás de estas ganas de hacer se encuentra siempre la labor de los realizadores, entre quienes hay que contar no sólo a los artistas de las diferentes disciplinas sino también a los productores, técnicos, gestores, empresarios y todos aquellos que colaboran con su trabajo. Y cuánto mejor si este impulso es alentado desde los estamentos públicos que disponen del conocimiento y los medios materiales para transformar la intención de los creadores en producciones tangibles, al alcance de los espectadores.
Entre las iniciativas desplegadas y sostenidas en el tiempo por el gobierno de la Provincia, hay dos que resultan especialmente destacables por su incidencia y los frutos que generaron en este terreno a lo largo de 2014. Se trata de los programas “A sala llena” y “Disco es cultura” .
Espacios para el arte y el encuentro
“A sala llena” consiste básicamente en el otorgamiento, por parte de la Provincia, de créditos blandos que posibilitan remodelar y poner en valor espacios tales como teatros, cines, bibliotecas, salones de usos múltiples o de uso cultural.
Este programa encuentra su origen en 2012, al comienzo de la actual gestión de gobierno, con un trabajo de análisis de la infraestructura escénica provincial que se dio en llamar Mapa Provincial de Teatros y Espacios Escénicos. Este relevamiento realizado desde la Agencia Córdoba Cultura posibilitó ubicar, clasificar, contactar y reunir los datos y características de capacidad y equipamiento de 142 sitios culturales en 77 localidades ubicadas en 22 departamentos de toda la geografía de Córdoba.
“Durante 2014 comenzamos a ejecutar efectivamente el plan para la recuperación, mejoramiento o adquisición de equipamiento y puesta en valor de estas salas mediante créditos otorgados por la fundación del Banco de Córdoba”, explica Pablo Canedo, titular de Córdoba Cultura.
No son subsidios: son créditos muy convenientes, con una tasa del ocho por ciento anual y plazo de devolución de hasta tres años. Los montos van desde los 20 mil a los 300 mil pesos.
“Es una tarea silenciosa, muy importante, porque son muchas instituciones, todas devuelven el dinero y éste se recicla. Esto no se ve en publicidades, pero son muchas salas de la provincia. Algunas han comprado iluminación, otras han hecho mejoras edilicias, otras han ampliado o han utilizado los dineros para adecuación de normas y habilitaciones municipales. Estamos muy contentos con este trabajo”, sigue Canedo.
Paredes que hablan
Pocos lugares guardan la significación emotiva y estética de un viejo cine o un teatro de pueblo o de barrio, por modestas que sean sus dimensiones y por retirados que estén de las luces de la ciudad. Tal vez permanezca en el aire algo de las obras representadas allí, de las películas proyectadas en esas pantallas y los sentires que provocaron en públicos antiguos o recientes.
“El programa ‘A sala llena’ surge a raíz de detectar las diversas dificultades por las que atravesaban estos espacios”, comenta Alicia Manzur, subdirectora de Artes Escénicas de la Agencia Córdoba Cultura, quien explica que las ayudas crediticias están destinadas a municipalidades, comunas, asociaciones civiles, fundaciones, personas físicas y otras personas jurídicas que tengan a su cargo la administración de estos teatros, cines, bibliotecas y centros culturales.
“Hay entre ellos algunos sitios relativamente nuevos, pero también otros históricos, de comienzos del siglo XX o incluso de mediados del XIX, como la sala de la ciudad de Oncativo, que data de 1853”, refiere Manzur. Otros sitios que ya están siendo intervenidos gracias a los beneficios del programa se encuentran en Huinca Renancó, La Carlota, Bell Ville y Marcos Juárez, por mencionar sólo algunos.
Al día de hoy, “A sala llena” lleva intervenidos, remodelados y mejorados 34 espacios en 32 localidades distribuidas en 12 departamentos de la provincia de Córdoba.
Oportunidad para los músicos locales
El segundo de los programas referidos, “Disco es cultura”, es un ciclo de conciertos en apoyo a la producción discográfica local, con la finalidad de poner de relieve y en circulación el trabajo de los músicos de los distintos géneros que trabajan en Córdoba. “Esta es una época en que se produce y se graba mucho material nuevo. La provincia no está exenta de esa realidad”, explica Nacho García, coordinador del programa.
El que pasó fue el quinto año recorrido por esta iniciativa que ya lleva nada menos que 142 placas presentadas, editadas y producidas por artistas cordobeses. De esta forma, los músicos tienen la oportunidad de interpretar en público sus materiales discográficos con el apoyo de los recursos técnicos y humanos de salas oficiales y otras privadas adheridas.
“Vimos la necesidad de abrir las salas para visibilizar esta producción y poner el trabajo de los músicos al alcance de los espectadores. Comenzamos con el Teatro Real, y en 2014 ampliamos la propuesta a otros espacios: el Teatro del Libertador General San Martín, la sala de Luz y Fuerza y el Studio Theater en la ciudad capital; y la sala Leonardo Favio de Río Cuarto. La expectativa para 2015 es seguir avanzando en otras localidades del interior”, prosigue García.
Una mano en la etapa final
Juntamente con el aporte técnico en sonido e iluminación, la Agencia Córdoba Cultura pone a disposición de los artistas sus resortes de prensa y difusión. Desde su lanzamiento en 2010, “Disco es cultura” se afianzó con una grilla de cuatro fechas por mes, con músicos locales que presentaron casi un centenar y medio de discos superando en total los 40 mil espectadores.
El de la producción discográfica es un proceso que demanda una inversión significativa de tiempo y dinero. “Nos parece importante contribuir en la fase final: la de la difusión, ayudar a los músicos en esa última etapa del proceso. Abrir las salas de la Provincia era una demanda de los artistas, y estamos satisfechos de haber podido contribuir en esa línea de trabajo”, dice García.
Durante 2014, el ciclo reunió a más de 12 mil personas.
“Disco es cultura” cuenta con invitados especiales, músicos y bandas consagradas que presentan sus placas bajo las mismas condiciones que los debutantes que suben a los escenarios para difundir sus primeros trabajos. Artistas de trayectoria como Chébere y Los Caligaris, entre otros, han aportado su prestigio a la iniciativa, igualados en oportunidades con los músicos emergentes.