Admiración, reconocimiento y cariño al «Cuchi» Leguizamón hicieron posible la reunión de músicos cordobeses, que rendirán homenaje al cantautor salteño, a 14 años de su muerte. El próximo viernes 26, a las 21.30, en el Teatro Libertador San Martín, ofrecerán un concierto titulado «Córdoba Cuchichea».
Preparados para la foto, los invitados improvisaron canciones cargadas de poesía. Silvia Lallana, Juan Iñaki, Mery Murúa, Laura Bertora, Mingui Ingaramo, Facundo Farrando, Miguel Rivanyera, Pocho Bertora, Martín Oliva, Lucas Velich, Juan Cruz Peñaloza, Tere Ferrero, Zurdo Roqué, Pablo Argüello, Pelu Merco y la actuación del Coral Resonancia de Collegium, dirigido por Hugo de la Vega, fueron convocados para la celebración.
El homenaje se gestó a partir de una idea que tenía el músico Facundo Farrando, quien contagió a Mario Luna, mentor de reconocidos festivales y admirador del «Cuchi» para emprender juntos el homenaje. «Esto fue posible», sostuvo el conductor radial, «porque a cada uno que invitábamos se sumaba por cercanía y reconocimiento a Leguizamón. A propósito, contó una anécdota que sucedió en el Festival de la Falda; le hice un homenaje en vida, se lo presenté a Spinetta, Lebón, Nebia y Fito Paéz, los muchachos estaban felices y el Cuchi ni te cuento». El reconoció, que nunca lo convocaron a Cosquín: «Prefiero estar con los jóvenes que con los viejos Carcamanes de Cosquín», dijo el «Cuchi», reconociendo que no lo habían invitado nunca.
El evento contará con relatos de Mario Luna, textos de Alejandro Mareco y la participación especial de José María “Moro” Leguizamón, quien es pianista y el segundo de los cuatro hijos varones de Gustavo “Cuchi” Leguizamón.
En la previa del concierto y reunidos para la foto en la sala mayor del Teatro provincial, cada uno tenía algo para decir del cantante y poeta salteño. Para Facundo Farrando, el «Cuchi» es universal por su obra y su forma de vida. «Yo escuché a los 15 años La zamba para el panadero y me partió la cabeza», dice Farrando.
Por su parte, Mario Luna alumno y productor de él, reconoce en Leguizamón una sensibilidad extrema y sabiduría; «rompió todas las reglas, aplicaba técnicas que nadie podía imaginar; le cambió el perfil a la música folklórica argentina. Sus ideas eran brillantes», dice Mario Luna. En ese sentido, recordó la Chacarera de los rococos, unos sapos que cantaban sin que nadie los dirigiera.
Pintaba como nadie los mejores cuadros de la naturaleza, conocía a los políticos en profundidad y sabía de filosofía y amor. Tenía sensibilidad y profundidad para hacer los mejores relatos de lo que lo rodeaba. «Fue un verdadero revolucionario», transgredió todo lo que se venía haciendo, agrega Hugo de la Vega, director del Coro «Resonancias».
Gustavo “Cuchi” Leguizamón nació en Salta el 29 de setiembre de 1917. Fue autor de más de 800 piezas musicales, la mayoría de ellas zambas, chacareras y vidalas inspiradas en la esencia del pueblo norteño. Su principal aporte reside en la enorme creatividad para dotar a la canción folklórica de nuevas armonías. Falleció el 27 de setiembre de 2000. Es por esta razón que el mes de setiembre (mes de su nacimiento y fallecimiento) es elegido para homenajearlo.