El arquitecto Eduardo Mendoza, a cargo del proyecto de recuperación de la parroquia Alta Gracia, señaló hoy que hacia fin de año estará concluida la intervención arquitectónica en el templo.
Los especialistas explicaron que las tareas de recupero son complejas, ya que deben revertir años de abandono, debido a que en los últimos 100 años no se hicieron prácticamente tareas de conservación y las intervenciones realizadas no siguieron los parámetros técnicos mínimos para este tipo de obras en edificios históricos.
El presidente de la agencia Córdoba Cultura, Pablo Canedo, es optimista respecto a la marcha de las tareas de recuperación y preservación. Aseguró que la iglesia estará abierta al público, con cupos limitados, el 24 de septiembre, día de Nuestra Señora de la Merced.
El gobierno de la Provincia de Córdoba está restaurando el sitio, que forma parte del conjunto jesuítico declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es importante señalar que cada parte del plan de reparación del templo, Monumento Histórico Nacional desde 1941, es previamente certificada por la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos de la Nación. De esta manera cualquier acción reparadora es antes elevada por la Provincia al organismo nacional para su conformidad y autorización.
Las obras son llevadas a cabo en forma conjunta por el Ministerio de Infraestructura de la Provincia, la Subsecretaría de Arquitectura de la Provincia, y la agencia Córdoba Cultura. La dirección técnica del equipo de restauración está a cargo del arquitecto Guillermo Mendoza, en tanto que la dirección artística es de Oscar Gubiani, reconocido especialista en restauración que lleva a cabo una labor prolija y minuciosa acompañado de otros especialistas.
El trabajo de restauro es integral. Incluye aberturas, sacristía, presbiterio y altar mayor, una joya del patrimonio cultural. También el policromado, tallado en madera y dorado al pan de oro fino bruñido y lustrado al ágata. Además de la ejecución de instalaciones de seguridad, electricidad y sonido.
Por otro lado se ha dispuesto un osario para ubicar los restos arqueológicos que se hallaron tiempo atrás, cuando el piso del templo fue levantado. Los hallazgos fueron relevados, estudiados y clasificados por el antropólogo Darío Olmo.
El piso también será restituido y para eso se utilizarán ladrillones confeccionados especialmente para este objetivo. Se optó por ejemplares de 25 por 25 centímetros, lo más parecidos al removido tiempo atrás. El piso será protegido con las terminaciones adecuadas para que el revestimiento tenga una mayor durabilidad.