En un mes se decomisaron 15.250 kilos de alimentos

En el marco de los operativos que lleva adelante la Subsecretaría de Fiscalización y Control del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos, en los últimos 30 días se decomisaron 15.250 kilos de alimentos, por no respetar las condiciones de traslado, conservación, higiene y salubridad. Esta cifra es el resultado de los cronogramas de control de rutas en distintos puntos del interior de la provincia.

En acciones llevadas adelante durante varios días en Embalse, Cruz del Eje, Sinsacate y tramos de la ruta 20, se decomisaron 10.840 kilos de carne vacuna, de cerdo y de pollo, junto a productos y subproductos. Entre otros aspectos, algunos cargamentos estaban en mal estado, otros no cumplían las condiciones de traslado y conservación, y en numerosos casos no existía documentación de origen.

Por otra parte, en distintos controles sobre las rutas 5 y 36, y en las localidades de Villa María, Villa Nueva, Sinsacate y La Cumbre, se procedió por los mismos motivos al decomiso de 2.410 kilos de productos: 2.230 correspondieron a carnes, y 180 a quesos y productos lácteos.

Además, en operativos realizados en carnicerías y fabricas de chacinados de las localidades de Malagueño, La Granja, Villa Nueva, Estación General Paz y Chaján, se decomisó 2.000 kilos de carne y embutidos frescos por no contar con las habilitaciones correspondientes.

En su informe, la Subsecretaría de Fiscalización y Control detalla también que en el mismo periodo y en operativos realizados conjuntamente con el Senasa, se decomisaron 253 animales en pie de distintos criaderos, en su mayoría porcinos. Estos últimos operativos se dieron en el marco del plan que la cartera agropecuaria provincial y el organismo nacional llevan adelante para combatir la triquinosis. En todos los casos, se ponía en serio riesgo la salud pública, ya que se realizaban faenas clandestinas y no se cumplían las condiciones mínimas de sanidad.

Clausura. Finalmente, en Unquillo se clausuró un establecimiento que procesaba tripas para embutidos, por mostrar graves falencias edilicias y no poseer habilitación sanitaria. En su sala de elaboración tenía el cielo raso defectuoso y las paredes con mal estado de pintura, y además se trabajaba con sectorización incorrecta, ya que se encontraron en un mismo sitio la materia prima, la ya elaborada y otra parte en proceso de elaboración.

Por tal motivo, se interdictaron 66 barriles plásticos azules de 200 litros, conteniendo tripa bovina en sal, y se colocaron dos fajas de clausura en la única puerta de ingreso al establecimiento.