Fernando, un ciudadano con derechos

Aunque camina levemente encorvado y algo lento, Fernando sonríe. Es que ese estilo transitorio de andar -recomendado por su médico- se debe a que hace casi veinte días atravesó uno de los momentos más esperados de su vida: su cirugía de reasignación anatómica.

Fernando es un varón trans. Tiene 43 años, es “taxista por obligación” -porque no es el trabajo que desea en este momento- y activista desde casi toda su vida adulta. Su transición desde el sexo con el que nació biológicamente fue un proceso largo, no exento de dolor.


“Estuve mucho tiempo encerrado, sin poder hablar con la gente, me daba vergüenza mi cuerpo, tenía muchas dificultades en cuanto a relacionarme socialmente”, comparte Fernando.


Más de 10 años después, siente que todo ese proceso le dejó muchos aprendizajes. Y hoy está feliz: pudo acceder a esta compleja cirugía en forma gratuita en el Hospital Provincial Florencio Díaz.

“Que se genere en un hospital público del interior del país un servicio que se va a sostener en el tiempo es maravilloso, es el sueño que hemos venido gestando hace muchísimo tiempo”, afirma.

 

Ciudadanos con derechos

Como buen militante de su causa, Fernando conoce al detalle todo aquello que les reconoció la ley nacional 26.743, de identidad de género, sancionada en 2012. “A partir de la ley, hemos conseguido ser ciudadanos con derechos”, afirma Fernando, uno de los fundadores de la organización Hombres Trans Argentinos.

Con claridad, Fernando explica: “El acceso a la salud para las personas trans ha sido restringido históricamente”. Pero hoy Córdoba está haciendo realidad un espacio muy deseado: el consultorio de diversidad en el Hospital Provincial Florencio Díaz y la posibilidad de acceder a cirugías de adecuación de género.

La salud pública da respuesta a esta demanda, tanto porque es un derecho consagrado en una ley que atañe al derecho a la salud desde una perspectiva integral; como para salvaguardar la integridad física de las personas trans. “Antes, era todo clandestino: operaciones, medicamentos clandestinos”, narra Fernando.

También cuenta que la única alternativa saludable era viajar al exterior, “con recursos que en general ninguna persona trans tiene, porque uno trabaja en lo que puede y en lo que lo dejan”, expresa, haciendo mención a otro tema que le preocupa: el acceso al trabajo.

 

Abriendo espacios

Fernando cuenta que desde su organización trabajan generando canales de diálogo con funcionarios y autoridades, para lograr soluciones para la comunidad trans. Reconoce el trabajo de Analía Cudolá, secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, de Diego Cardozo, secretario de Servicios Asistenciales y de las autoridades y profesionales del Hospital. Y también el camino que abrieron las capacitaciones y gestiones del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

A partir de ese trabajo conjunto, se comenzaron a hacer en el Florencio Díaz mastectomías y adecuaciones del torso a varones trans, desde noviembre del año pasado. Ya se han hecho ocho de estas operaciones. En tanto, la cirugía de Fernando fue la primera readecuación genital en un varón trans, y la semana pasada, Jaqueline pudo acceder a la primera de estas cirugías en una mujer trans.

Para llegar a este momento tan trascendental para Fernando, pasaron casi cinco meses de preparación con el equipo de cirujanos del Hospital. El servicio de ginecología estuvo a cargo de la ablación del útero, ovarios y trompas de Falopio, y el doctor Lucas Lesta comandó la cirugía por la cual se reconstruyó un neo-falo a partir del tejido propio del paciente.

La cirugía duró cinco horas, y llevará alrededor de un mes su recuperación total. El andar encorvado es para no tensionar la zona del abdomen.

Fernando está muy contento con el resultado de la cirugía y con su situación personal. Pero, sobre todo, se ilusiona con lo colectivo y con el futuro: otros jóvenes no tendrán que esperar tanto para acceder a la cirugía y “vivirán su identidad de forma menos dolorosa”, dice.

“Que Córdoba esté dando este paso, este adelanto, este ejemplo, ojalá sea contagioso para otras provincias, porque hay mucha gente que todavía la sigue pasando muy mal y sigue esperando”, anhela.