El pasado 5 de diciembre se efectuó la décimosexta cirugía bariátrica y metabólica en el Hospital San Roque. De esta manera, el sistema público de la Provincia amplía la oferta de este tipo de intervenciones, que ya se realizaban el Hospital Córdoba.
La cirugía fue realizada a una mujer de 51 años con diagnóstico de obesidad, con un índice de masa corporal de 45,9, hipertensión arterial, dislipemia, asma y hernia ventral.
De las 16 las cirugías de este tipo que se llevaron a cabo hasta el momento en el hospital, 12 fueron mangas gástricas y 4 bypass. Todas estas intervenciones fueron llevadas a cabo sin complicaciones, controladas con buen descenso de peso y la resolución de algunas comorbilidades. La primera de estas operaciones se efectuó el 16 de mayo de este año.
“La importancia de este tipo de cirugías no radica solamente el descenso de peso, sino en la mejora de las enfermedades asociadas, como diabetes, hipertensión arterial, apnea del sueño, entre otras. Además, implica una mejora en la autoestima, lo que implica una mejora en la calidad de vida de las personas”, sostiene Fernando Martínez Lascano, especialista en cirugía laparoscópica, bariátrica y metabólica, y encargado de coordinar el equipo.
Asimismo, el profesional explica que este tipo de intervención está indicada en aquellas personas de 18 a 65 años, con índice de masa corporal de 35 con comorbilidades como diabetes; hipertensión arterial; dislipemias; apnea del sueño; alteraciones osteoarticulares; reflujo gastroesofágico, o bien con un índice de masa corporal igual o superior a 40, con o sin comorbilidades.
A la fecha son 94 las personas que están inscriptas en el Programa de Cirugía Bariátrica, y que se encuentran en distintas etapas de pre o postoperatorio. Todas reciben asistencia nutricional, psiquiátrica y rehabilitación kinésica adaptada. Cada caso particular es evaluado y monitoreado por el equipo de Cirugía y Obesología del hospital.
Acerca del procedimiento
Previo a la operación, los pacientes asisten a talleres multidisciplinarios que son dictados mensualmente por integrantes del equipo y donde se abordan temáticas relacionadas a la intervención.
Una vez que las comorbilidades preexistentes están controladas, se decide una fecha de cirugía, y se inicia la preparación con una dieta líquida hiperproteica balanceada, que lleva entre 10 y 15 días.
La cirugía se realiza por vía laparoscópica y el tiempo promedio de la intervención es de 135 minutos. En el control del octavo día posterior a la intervención, se retira el drenaje abdominal y, de considerarlo adecuado, se recomienda el inicio de la actividad física. Además, especialistas en kinesiología y nutrición evalúan los resultados y se inicia la progresión de fases alimentarias, con seguimiento clínico y psicológico.
La intervención esta contraindicada en personas embarazadas; en período de lactancia; personas con adicciones no controladas; con insuficiencia de órganos o sistemas incompatibles, o con riesgo anestésico quirúrgico elevado.
Por consultas, comunicarse telefónicamente al 0800-555-4141.