El ministerio de Salud –a través del Hospital Oncológico Provincial y el Hospital de Niños- y la Fundación Oncológica Córdoba organizan, el próximo viernes 21 de febrero, un taller en adhesión al Día de la Lucha contra el Cáncer Infantil, que se conmemora en Argentina cada 15 de febrero para sensibilizar y dar visibilidad a esta problemática.
El evento tendrá lugar a las 12 horas en el aula del Hospital Oncológico Provincial. Durante su desarrollo, la doctora Adriana Berretta expondrá sobre aspectos generales del cáncer infantil; la doctora Graciela Rodríguez hablará sobre cuidados paliativos en oncología pediátrica; mientras que el equipo de maestras del Hospital de Niños abordará la continuidad de las actividades escolares y recreativas de los pacientes pediátricos en tratamiento oncológico.
“El abordaje del cáncer en los niños debe ser interdisciplinario. Más allá de un diagnóstico y un manejo clínico de excelencia, es necesario tener muy presentes los derechos fundamentales de los chicos: a jugar, a estar con sus seres queridos, a continuar estudiando, a recibir lo necesario para el alivio del dolor, a saber lo que les pasa y brindarles la información y contención necesaria”, explicó Berretta, jefa del Servicio de Hematología del Hospital de Niños y socia fundadora de la Fundación Oncológica Córdoba.
La actividad está dirigida fundamentalmente a médicos pediatras y de familia, pero también pueden participar otros profesionales del equipo de salud. La inscripción es libre y gratuita y puede hacerse por mail a fundacion.oncologica.cordoba@gmail.com .
Sobre la enfermedad
El cáncer infantil es una enfermedad que se comporta de forma muy distinta al cáncer en los adultos.
“Los tumores más comunes, como el de pulmón, colon o mama, no se dan en pediatría; y hay tumores específicos que se dan sólo en la infancia”, explica Berretta.
De acuerdo a los datos del último informe del Registro Provincial de Tumores de Córdoba, los tipos de cáncer más frecuentes en niños son las leucemias, los linfomas, los tumores óseos y los tumores del sistema nervioso central. En el siguiente gráfico, se pueden apreciar las tasas brutas y ajustadas de los distintos tumores más comunes en niños y niñas de 0 a 14 años:
Asimismo, mientras el cáncer en el adulto se origina en tejidos diferenciados, y en general tiene que ver con la exposición crónica a ciertos agentes (ambientales, tóxicos o infecciosos), en el niño son indiferenciados, se encuentran diseminados al diagnóstico y no se ha hallado evidencia de vínculos con causas ambientales. Por eso, no se pueden generar campañas de prevención como podrían ser, en el adulto, las acciones anti-tabaco, o de detección precoz mediante un método de screening, como sería la realización de mamografías periódicas.
Pero sí resulta fundamental una derivación temprana para un diagnóstico oportuno, y en esto es esencial el rol del pediatra de cabecera.
“Los síntomas de cáncer en niños son inespecíficos; es decir, son signos que podrían significar muchas enfermedades. El pediatra es el encargado de diferenciar de qué se tratan, y solicitar una consulta con un hematólogo u oncólogo para llegar juntos al diagnóstico”, enfatiza Berreta.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, hay entre 1200 y 1300 nuevos casos de cáncer infantil por año. Es decir, su aparición es poco frecuente. Aun así, es la primera causa de muerte por enfermedad en la segunda infancia.
La buena noticia es que las posibilidades de curación son elevadas. “Si consideramos todos los cánceres pediátricos juntos (de mal y buen pronóstico, localizados y diseminados) alrededor del 60 por ciento deberían curarse, ya que en general la mayoría tiene excelente respuesta al tratamiento”, finaliza la doctora.
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