Inédita intervención conjunta entre el Hospital Córdoba y el San Roque

El pasado jueves 9 de marzo se realizó en el Hospital Córdoba una compleja intervención, que implicó un trabajo interdisciplinario e interinstitucional, con profesionales del Hospital San Roque.

Se trata de un procedimiento de neurorradiología intervencionista, también conocido como neurocirugía endovascular; que se realizó por primera vez en el sector público provincial de la capital cordobesa. La intervención se realizó a una mujer de 43 años, para tratar un aneurisma gigante de cuello ancho.

El equipo fue comandado por Danae Prieto, especialista en neurorradiología intervencionista del Hospital San Roque, con el apoyo de los equipos de neurocirugía y hemodinamia del Hospital Córdoba, a cargo de Francisco Papalini y Gustavo Pessah, respectivamente.

«Este es un claro ejemplo de lo que se logra cuando las instituciones públicas de la provincia trabajan de forma mancomunada y coordinada. En el Hospital Córdoba contamos con el recurso material y humano y la complejidad suficiente para estos procedimientos, y en este caso se sumó la experiencia y el saber específico de la Dra. Prieto», manifestó el director del Córdoba, Guillermo Moisés Azize.

Este tipo de intervenciones se derivaban a clínicas privadas, con un alto costo. A partir de ahora, gracias al esfuerzo conjunto de ambos hospitales, se podrán resolver en el sector público, con lo cual se logra una administración más eficiente de los recursos. Se estima que se harán entre cuatro y cinco procedimientos por mes.

«Además -mediante esta alianza entre neurorradiólogos y hemodinamistas- se abre la puerta para tratar otras patologías, como los accidentes cerebrovasculares isquémicos, que de esta manera podrían casi no dejar secuelas», explicó el secretario de Servicios Asistenciales, Diego Cardozo.

Sobre el procedimiento

El caso abordado fue el de una mujer de 43 años con antecedentes de hipertensión arterial y aneurismas cerebrales múltiples, que en 2015 había tenido hemorragia cerebral por rotura de un aneurisma y que tuvo que ser operada (neurocirugía) en ese momento.

Luego de ello, la mujer quedó con un aneurisma gigante de cuello ancho en el territorio de la arteria carótida interna izquierda. Un aneurisma es un ensanchamiento anormal que aparece en la pared de una arteria, se denomina «gigante» si mide más de 25 milímetros. Si se presentan en el cerebro, la presión que ejercen o su rotura puede provocar déficits neurológicos e incluso la muerte.

En este caso, por sus características, tamaño, localización y riesgo de ruptura, se decidió realizar esta intervención endovascular -es decir, por catéter- con una endoprótesis llamada «diversor de flujo» (pipeline). La colocación de este dispositivo permite reconstruir la arteria principal, restaurar la circulación sanguínea original y generar la oclusión o cierre del aneurisma paulatinamente.

Todo esto se hace implantando la prótesis a través de un catéter que ingresa por una pequeña punción, es decir, no requiere de cirugía a cielo abierto.

Además del recurso humano altamente especializado, esto es posible gracias al equipamiento instalado en el hospital; en este caso, un angiógrafo con altísima calidad de imagen. «Hemos podido unir el conocimiento de neurocirujanos y hemodinamistas con la aparatología del hospital Córdoba, para dar una respuesta eficaz y eficiente a estos casos, dentro del sector público», afirmó Danae Prieto.

Este procedimiento requirió un abordaje interdisciplinario, que además de neurocirujanos y hemodinamistas, incluyó a un equipo de 15 personas, entre profesionales y técnicos de radiología, anestesia y enfermería.

La mujer intervenida la semana pasada ya ha salido de Terapia Intensiva, permanece internada en sala común para estabilizar su tensión y se estima que será dada de alta en breve.