Estudio poblacional de hidatidosis en Altos de Chicharrón

El viernes pasado, un equipo interdisciplinario e interinstitucional viajó al paraje Altos del Chicharrón, ubicado en las Sierras Grandes, en el departamento Calamuchita, para realizar un estudio poblacional de hidatidosis. El objetivo fue efectuar un análisis de situación de la enfermedad en la población y en el ambiente del lugar, a los fines de ofrecer medidas de prevención y control, además de brindar tratamiento oportuno, en caso que fuera necesario.

El estudio consistió en un diagnóstico ecográfico a 15 personas, y se tomaron 32 muestras del ambiente y de los perros de la zona. Para ello, se conformó un equipo de trabajo constituido por profesionales del Ministerio de Salud de Córdoba y de La Cumbrecita. Por el primero, participaron Marina Chiesa, médica especialista en diagnóstico por imágenes del Hospital de Niños; Claudio Guzmán, ingeniero agrónomo  y Laura López, médica veterinaria, coordinadora del Programa de Zoonosis. Por parte de la Comuna de La Cumbrecita, intervino Sonia González, directora de Salud del Dispensario Agustín Caeiro.

En la actividad, también colaboraron Claudio Vignetta, secretario de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes de la Provincia y Mario Marcellini, de la Dirección General de Aeronáutica, quienes coordinaron el traslado en helicóptero hacia este paraje de camino de montaña de difícil acceso.

La enfermedad

La hidatidosis o equinococosis quística (EQ) es una zoonosis causada por el parásito cesto de Echinococcus granulosus, que vive en el organismo de cabras, ovejas, cerdos y vacas. La enfermedad produce quistes que tardan varios años en crecer y, por eso, solo pueden ser hallados con una ecografía, un análisis de sangre o una radiografía de tórax. La hidatidosis puede ser grave si no se detecta y se trata a tiempo, con medicación o con cirugía.

La transmisión a las personas se produce por un intermediario, el perro, y el ciclo comienza cuando, al carnear, se lo alimenta con las vísceras crudas del animal carneado. En ese momento, el parásito ingresa al intestino del can, crece y pone cientos de huevos. Los parásitos salen luego en la materia fecal y contaminan el agua, las verduras y el suelo. Si la gente consume esas verduras o agua contaminada, los parásitos entran en su organismo, invaden varios órganos y producen quistes.

La hidatidosis también puede transmitirse si una persona se deja lamer por perros, si los besa o si no se lava bien las manos, con agua y jabón, después de tocarlos.

Para evitar esta infección, es necesario cortar la transmisión del parásito y, para ello, es fundamental el cuidado con los perros, teniendo en cuenta estas medidas:

  • No alimentarlos con vísceras crudas. De no ser posible, hervirlas antes.
  • Desparasitarlos.
  • Evitar dejarse lamer y no darles besos.
  • Lavarse bien las manos con agua y jabón después de tocarlos.
  • Impedir que ingresen a las huertas.
  • Lavar muy bien las verduras y hervir el agua antes de su consumo.

Consultas: zoonosiscba@gmail.com