El buen uso de los antibióticos es clave para mantener su eficacia

Entre el 16 y el 22 de noviembre pasado, la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) lanzaron una campaña bajo el lema «Antibióticos: manéjalos con cuidado», que buscó sensibilizar acerca de la necesidad de preservar las cualidades de estos medicamentos para salvar vidas.

El mal uso y la sobreutilización de los antibióticos conducen a que se desarrolle resistencia. Por esa razón, es fundamental que las personas, los tomadores de decisiones y los profesionales de la salud y del sector agrícola sigan buenas prácticas para prevenir la aparición y diseminación de la resistencia a los antibióticos.

Esto ocurre cuando las bacterias cambian y se vuelven resistentes a los antibióticos que se usan para tratar las infecciones. Entre las prácticas que conducen a esta resistencia figuran la compra de antibióticos sin receta médica y no terminar el tratamiento con todos los antibióticos recetados de la manera y por el tiempo que se indicó.

La OMS difundió los resultados de una encuesta en la que se evidencian otros malentendidos al respecto que circulan en la población, por ejemplo, casi dos de cada tres personas entrevistadas piensan que los antibióticos pueden usarse para tratar los resfríos y la gripe, pese a que no tienen ningún efecto en esos virus.

A su vez, tres cuartas partes (76%) de los entrevistados piensan que la resistencia a los antibióticos ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a los antibióticos. En realidad, lo que sucede es que son las bacterias, no los seres humanos ni los animales, las que se vuelven resistentes a los antibióticos y la propagación de esas bacterias ocasiona infecciones difíciles de tratar.

Al respecto, desde la cartera sanitaria nacional recordaron que en los últimos años se ha observado la aparición de una serie de bacterias patógenas, tales como Staphylococcus aureus, Enterococcus faecium, Acinetobacter, Pseudomonas aeruginosa y Klebsiella pneumoniae, sensibles sólo a un pequeño número de antibióticos o que presentan resistencia absoluta a todas los medicamentos disponibles. Las nuevas técnicas de diagnóstico molecular han permitido conocer que, luego de desarrollar la resistencia, muchas de estas bacterias adquieren también un comportamiento pandémico.

Según datos de la OMS, la resistencia a los antibióticos provoca un incremento de los costos médicos, hospitalizaciones prolongadas y aumento de la mortalidad. Sólo en la Unión Europea, se estima que las bacterias resistentes a los medicamentos pueden provocar 25 mil muertes anuales y un costo de alrededor de 1,3 mil millones de euros en términos de salud y pérdidas de productividad.

El Ministerio de Salud de la Provincia se suma a las recomendaciones de esta campaña sobre la necesidad de que los antibióticos sean prescritos y utilizados en forma responsable, para poder seguir contando con este recurso tan valioso para la salud.